Circular
“Apresurémonos a recorrer senderos de paz y de fraternidad. Alegrémonos por los signos concretos de esperanza que nos llegan de tantos países, empezando de aquellos que ofrecen asistencia y acogida a quienes huyen de la guerra y de la pobreza”.
(Papa Francisco, Mensaje “Urbi et Orbi”, 9 de abril de 2023)
A toda la Iglesia que peregrina en Monterrey: ¡la paz esté con ustedes!
Queridos hermanos y hermanas:
El próximo 29 de junio celebramos la solemnidad de los Santos Apóstoles y columnas de la Iglesia Pedro y Pablo. Con la fe cimentada en Cristo, jubilosos participemos de esta celebración en compañía del Papa Francisco pidiendo por él y por sus intenciones.
Así mismo, cada año los fieles tienen también la oportunidad de colaborar con la Sede Apostólica a través de su generosidad, ofreciendo una aportación que tradicionalmente llamamos el "Óbolo de San Pedro".
Este gesto manifiesta el sentido de pertenencia a la Iglesia y de amor y confianza en el Santo Padre. Es un signo concreto de comunión con él como sucesor de Pedro, y también de atención a los más necesitados, a quienes el Papa siempre cuida.
Los donativos de los fieles al Santo Padre tienen una doble finalidad, por un lado son para sostener la misión del Santo Padre que se extiende al mundo entero con el anuncio del Evangelio, la promoción del desarrollo humano integral, la educación, la paz y la fraternidad entre los pueblos, gracias también a las muchas actividades de servicio realizadas por los dicasterios, entes y organismos de la Santa Sede que lo asisten cada día; y por otro son para sostener las numerosas obras caritativas en favor de las personas, las familias en dificultad y las poblaciones afectadas por calamidades naturales y guerras, o que necesitan asistencia o ayuda al desarrollo.
En nuestra Iglesia de Monterrey nos unimos a este gesto de comunión y solidaridad ofreciendo en esta Jornada mundial de la caridad del Papa, la colecta íntegra de las misas del domingo XIII del Tiempo ordinario (sábado 1 y domingo 2 de julio), misma que deberá ser entregada en la Tesorería del Arzobispado, a la mayor brevedad posible.
Pedimos a todos los Párrocos y Rectores de Templos, así como a los Institutos de Vida Consagrada, a los Directores de Colegios, dirigentes de Organismos Apostólicos, tengan a bien cumplir con este grato deber del Óbolo de San Pedro.