Rescripto
A TODA LA IGLESIA QUE PEREGRINA EN MONTERREY, ¡LA PAZ ESTÉ CON USTEDES!
Como padre y pastor de la Iglesia de Monterrey, se me presentan muchos retos y muchas alegrías. Un gran reto, ya reconocido en muchas ocasiones, es poder responder al crecimiento de nuestra sociedad que demanda cada día más atención y cercanía pastoral; reto que he podido resolver con dos grandes alegrías: la disposición de nuestros presbíteros a emprender aventuras evangelizadoras en situaciones adversas o, al menos, no cómodas en lo que a templos y lugar para vivir se refiere; así como la alegría y el deseo de las comunidades de vivir profundamente el Evangelio y llevarlo a cada rincón de nuestra ciudad.
Así, he tenido la oportunidad de constituir comunidades o misiones parroquiales en diversas zonas de nuestra ciudad y en concreto el municipio de Juárez que ha tenido un crecimiento poblacional considerable. Es por eso por lo que hoy, con inmensa alegría, les comunicó que después de haber recibido la petición del Pbro. Julio César De la Garza Torres, Vicario Episcopal de la Zona Pastoral XII, he tomado la decisión de erigir y por las presentes letras erijo la
MISIÓN PARROQUIAL
SAN ANTONIO DE PADUA,
en Juárez, Nuevo León
El Código de Derecho Canónico, cuando algunas comunidades no pueden ser erigidas como parroquias o cuasiparroquias, permite que el Obispo diocesano provea de otra manera a su atención pastoral (c. 516 §2). Con esta facultad es que emprendemos este proyecto, basados en que proyectos similares han dado grandes frutos en nuestra Iglesia local.
A esta misión parroquial le concedemos personalidad jurídica pública y misión análoga a las parroquias (cf. cc. 114 §1; 116 §2; 515 §3), de manera que, cambiando lo que deba cambiarse, contará con los mismos derechos y obligaciones que las parroquias de nuestra Arquidiócesis; igualmente su rector contará con los mismos derechos y obligaciones de los párrocos. Así, esta misión parroquial tiene derecho a libros propios de gobierno, bautismos, confirmaciones, matrimonios y difuntos (cf. c. 535 §1), a su propio sello (cf. c. 535 §3) y los fieles que la integran quedan bajo la guía pastoral y gobierno de su rector.
Los fieles que integrarán está comunidad son aquellos que tengan su domicilio, o cuasidomicilio en los siguientes límites:
Partiendo de la intersección de la Autopista Monterrey – Reynosa (Carretera 40) y el Arco Vial vamos al sur por el Arco Vial hasta llegar a la Carretera a Reynosa (Carretera 41), de ahí seguimos hacia el sureste por dicha carretera hasta llegar al límite municipal entre Juárez y Cadereyta delimitado por el arroyo Los Álamos (más conocido como arroyo la Mosca), de ahí hacia el noreste siguiendo el límite municipal mencionado hasta encontrar la Autopista Monterrey – Reynosa (Carretera 40) en el Kilómetro 26 y de ahí se sigue por el oeste hasta llegar al punto de inicio.
Por lo tanto, la Misión Parroquial San Antonio de Padua queda integrada al Decanato de Juárez de la Zona Pastoral XII (Juárez - Cadereyta - Cerralvo). Así mismo dependerán de dicha misión parroquial las capillas: Medalla Milagrosa y San José.
En este territorio, sin pretender ser una lista exhaustiva sino ilustrativa, se encuentran los siguientes asentamientos:
- Colonia San Antonio
- Hacienda San Antonio
- El Ranchito
- Mirador de San Antonio
- Villa Palmanova
- Fraccionamiento Solaris
A estos fieles, mientras no se tome otra decisión, los sustraemos del pastoreo y gobierno de los párrocos de la Parroquia de Santísima Trinidad, Juárez, N.L y de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, Juárez. Agradezco al R.P. César Mario Lozano Zamora, O.F.M. Cap. y al padre René López Castro actuales párrocos de dichas parroquias, y a través de ellos a todos los párrocos anteriores la entrega que han vivido para el pastoreo de este sector del Pueblo de Dios. Además, pido a dichos padres, a la brevedad posible, entregar al rector de la Misión, ante el Departamento de Asociaciones Religiosas, un inventario actualizado de aquello que se le cede a la nueva Misión Parroquial y anexar copia auténtica de este decreto a su libro de gobierno.
He decidido nombrar primer rector de esta misión parroquial al Pbro. Luis Rolando Silva Herrera, a quien entregaremos su nombramiento en documento aparte.
Este decreto se ejecutará cuando se haga lectura pública en la misa que un servidor presidirá en esta comunidad el domingo 24 de julio de 2022, quedando ésta como la fecha de erección canónica.
Confío a la intercesión de Nuestra Señora del Roble, patrona de nuestra Iglesia, esta nueva comunidad para que sea fermento de vida nueva.
San Antonio de Padua, ¡ruega por nosotros!