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No. 11/2022
Prot. No. 233/2022
19 de Mayo de 2022

Circular

A toda la Iglesia que peregrina en Monterrey, ¡la paz esté con ustedes!

El cuidado de la casa común, hermana con la cual compartimos la existencia y madre que nos recibe con los brazos abiertos (cf. Francisco, Laudato Si’, 1) sigue siendo una tarea que debemos desarrollar todos juntos, de manera individual y organizada. En nuestra realidad, resulta especialmente apremiante al constatar el desastre ecológico que estamos viviendo, que combina circunstancias naturales, que escapan a nuestro control, y decisiones humanas que maltratan a la naturaleza. Así, sufrimos la sequía aunada al mal uso del agua, el exceso de desechos propios de una gran ciudad debido al mal tratamiento de la basura y la falta de cultura del reciclaje, aire contaminado aunado a la deforestación de nuestros cerros y la falta de áreas verdes, el alto consumo de energías no renovables y altamente contaminantes aunado a una lenta sustitución al uso de energías renovables. Todo esto evidencia que no hemos comprendido lo que significa el delicado equilibrio de la naturaleza, que es casa común y don de Dios.

Esta grave situación exige respuestas prontas. Por esto llamo a todos los católicos a crear acciones concretas para subsanar el impacto que generamos en nuestra casa común, e invito a todas las personas de buena voluntad a unírsenos en este cuidado proactivo de la casa común: juntos podemos transformar y mejorar el medio ambiente. Individualmente tenemos que ser cautelosos con el uso de los recursos, en especial el agua, y comprometernos con una cultura de reciclaje y limpieza de la sociedad; las parroquias pueden transitar al uso de energías renovables y a la reforestación de sus atrios y espacios; la sociedad civil comprometerse en la vigilancia de los espacios; y el gobierno con la promulgación de leyes más rígidas que aseguren la creación de una ciudad sustentable y digna para la vida humana, y la recta aplicación de estas para que se acabe la corrupción en su aplicación.

En este ánimo de realizar acciones concretas y considerando que este 24 de mayo se cumplirán siete años de que Su Santidad el Papa Francisco publicó la encíclica Laudato Si’, quiero, junto con los integrantes y animadores de la Pastoral Verde Arquidiocesana, proponerles la celebración de la Semana Laudato Si’ para comprometernos con una respuesta ecológica integral.

De esta manera, ellos y un servidor reiteramos la invitación a seguir el programa “ Haz verde tu comunidad” e inscribirse en la Plataforma de Acción Laudato Si´ del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano a fin de trabajar en sintonía con tantas personas que alrededor del mundo buscan rectificar la relación que tenemos con la naturaleza.

Una respuesta apropiada y conjunta a la crisis ecológica es un profundo acto de responsabilidad y de amor, de manera que los Objetivos Laudato Si’ propuestos en dicha plataforma, son una guía de acciones concretas que nos permiten lograr una ecología integral. Estos objetivos – acciones que debemos profundizar y volver realidad incluyen: respuesta al clamor de la tierra; respuesta al clamor de los pobres; economía ecológica; adopción de estilos de vida sostenibles; educación ecológica; espiritualidad ecológica; resiliencia y empoderamiento de la comunidad.

Pido a la Nuestra Señora del Roble que acompañe, como madre y patrona nuestra, todas las acciones que emprenderemos.