Circular
A TODA LA IGLESIA QUE PEREGRINA EN MONTERREY,
¡LA PAZ ESTÉ CON USTEDES!
En este tiempo de Pascua la noticia de la Resurrección del Señor llena nuestros corazones de alegría.
Hace un poco más de dos años, considerando la situación de pandemia y el riesgo que implicaba, buscando salvaguardar el bienestar de todos los fieles, concedí a todos los fieles, habiendo escuchado a mi Consejo Episcopal, la dispensa del precepto dominical (cf. Circular 08 - Prot. No. 171/2020) con la finalidad de que pudiéramos cuidar nuestra salud como don de Dios. Ahora, bendito sea Dios, con el compromiso de todos y la lucha de tantos hombres y mujeres del sector salud y de otros sectores fundamentales a quienes reconocemos y agradecemos su labor, la situación ha cambiado y es tiempo de retomar nuestras obligaciones como fieles cristianos a fin de continuar fortaleciéndonos como comunidad.
Así, considerando las condiciones actuales referentes al COVID-19 y habiendo consultado de nuevo a mi Consejo Episcopal, a fin de celebrar juntos la Eucaristía, que nos mueve a encontrarnos como Familia de Dios, he decidido retirar dicha dispensa, de manera que queda vigente lo dispuesto en el canon 1247: el domingo y las demás fiestas de precepto los fieles tienen obligación de participar de manera presencial en la Misa .
Sin embargo, entendiendo que aún debemos ser prudentes y no bajar la guardia en nuestra lucha contra el COVID-19, sabiendo que algunos fieles se encuentran en situaciones de especial vulnerabilidad ante esta enfermedad, la dispensa del precepto dominical continuará vigente para aquellas personas que tienen alguna enfermedad o situación que los hace especialmente vulnerables ante la enfermedad o quienes, en conciencia y delante de Dios, consideran que aún es muy riesgoso para ellos o su familia participar en la santa misa. A todos ellos los exhorto a seguir la santa misa en las transmisiones que se realizan por internet o televisión, o al menos leer y meditar el Evangelio de cada domingo.
Así mismo, buscando que nuestras iglesias sigan siendo un espacio seguro y nuestras celebraciones no pongan en riesgo a nadie, establezco las siguientes disposiciones:
1. En la celebración de la santa misa, los sacerdotes deberán usar cubrebocas durante toda ella. Lo mismo aplica para los diáconos y ministros que asistan a los sacerdotes durante la celebración.
2. Durante la homilía, siempre y cuando los fieles estén al menos a dos metros de distancia, si lo ve oportuno, el sacerdote o diácono podrán retirarse el cubrebocas.
3. Por el momento, la comunión seguirá administrándose a los fieles, sin excepción, en la mano, debiendo consumirla frente al ministro que se la ha administrado antes de volver a su lugar.
Si bien las autoridades han retirado la obligación de usar cubrebocas en las iglesias, los exhorto a seguir cuidando su salud. Así, sin que sea obligación, es conveniente que durante la Santa Misa y las diversas actividades de evangelización u obras de caridad continuemos utilizándolo por el bien de todos. Será responsabilidad personal la decisión de usar o no el cubrebocas y las consecuencias que esto acarre para la salud. Además, no debemos descuidar la desinfección de nuestras manos y la cortesía al estornudar o hablar con las otras personas.
Estas disposiciones entrarán en vigor a partir del domingo 15 de mayo de 2022.
¡Virgen Santísima del Roble, cúbrenos con tu manto!
¡Venerable padre Raymundo Jardón, ruega por nosotros!
¡Venerable Sor Gloria Elizondo, ruega por nosotros!
+Rogelio Cabrera López
Arzobispo de Monterrey
Pbro. F. Javier De la Torre Castaño
Secretario - Canciller