Circular
A toda la Iglesia que peregrina en Monterrey, ¡la paz esté con ustedes!
Una de las más grandes experiencias, tanto para los cristianos como para los judíos, ha sido retirarse a un lugar apartado de la vida ordinaria para disfrutar de un encuentro personal e íntimo con Dios. Así, el profeta encontró a Dios experimentando el soplo del viento en la montaña, y el mismo Jesús se retiraba a lugares apartados con sus apóstoles, para que, en medio de la obra de llevar la Buena Nueva a todos lados, pudieran descansar y experimentar un tiempo a solas con él. Incluso fue en una de estas experiencias en las que se manifestó con toda la plenitud de su gloria a los apóstoles más cercanos y elegidos, que al mismo tiempo encontraron al Padre Celestial.
Dedicar un tiempo a Dios, pues, lejos de las actividades diarias ha sido y seguirá siendo parte de nuestra espiritualidad. Es por esto que muchos de los hermanos desean que reiniciemos los retiros, encuentros y convivencias fraternas en nuestra Iglesia.
Considerando este deseo, y habiendo consultado a mi Consejo Episcopal, he decidido autorizar la reactivación de los retiros, convivencias y demás actividades similares en nuestra Iglesia local para los adultos, quedando aún en reserva estas actividades para niños, niñas y adolescentes .
Para esto dispongo que no podrá excederse del 50% de la capacidad de la casa de retiros e iglesias en donde se realicen estas actividades. Sin embargo, considerando que estas disposiciones pueden variar dependiendo del desarrollo de la situación sanitaria, es obligación de los organizadores revisar en la cancillería de nuestra Curia Pastoral si la actividad sigue permitida y aforo con el cual puede llevarse a cabo. Esto deberán hacerlo el día lunes anterior al evento.
Además, en todo momento deberán mantenerse la sana distancia, entendida como la separación de medio metro entre cada participante, así como el uso de cubre bocas en todo momento (este deberá cubrir la nariz, boca y barbilla) y de desinfectante en las manos y en los espacios del lugar de la actividad.
Será responsabilidad de los administradores del lugar donde se llevará a cabo la actividad, vigilar que el personal que ahí labora cumpla con las normas establecidas por la Secretaría de Salud. Los organizadores del evento, en coordinación con los administradores del lugar, deberán garantizar la presencia de una persona capacitada (v.gr. enfermera o doctora) que cuide la salud y los signos de los participantes, así como la toma de temperatura al ingresar al lugar.
Los participantes, para poder tomar parte del retiro o la convivencia, deberán presentar una prueba de antígenos negativa por COVID-19, realizada con no más de 72 horas de anticipación.
Encomendamos a nuestra Madre Santísima del Roble y a los venerables padre Raymundo Jardón y Sor Gloria Elizondo el buen desarrollo de estos momentos de encuentro con Dios y con la comunidad.
¡Virgen Santísima del Roble, cúbrenos con tu manto!
¡Venerable Padre Raymundo Jardón, ruega por nosotros!
¡Venerable Sor Gloria Elizondo, ruega por nosotros!