Comunicado
A toda la Iglesia que peregrina en Monterrey, ¡la paz esté con ustedes!
Una de las grandes bendiciones y señales que Dios ha dado a la humanidad es la lluvia. Ha significado la destrucción del pecado, la libertad, la vida creadora y redentora. Hoy, al conocer y ver los incendios que azotan a Nuevo León y Coahuila, experimentamos de nuevo la necesidad de esta bendición.
Así, sabiendo que somos un pueblo que sabe confiarse al Señor, quiero pedirles a todos hacer oración constante y confiada por el don de la lluvia , recurriendo a dos tradiciones de nuestra Iglesia: las rogativas por la lluvia que nuestros sacerdotes incluirán en las celebraciones de la misa y la oración al Señor de la Expiración.
Viviendo entre nosotros desde 1714, el Señor de la Expiración o el Señor de la lluvia ha sido a quien hemos recurrido como Iglesia y sociedad en caso de necesidad de este precioso don. Así, pido al Pbro. Marcelo de Jesús Varela Ramírez, párroco de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe y rector de su santuario, oficiar este domingo, y todos los días que sea necesario, una misa con esta intención especial. Así mismo, invito a los fieles a acudir, cuidando todas las medidas sanitarias, al santuario del Señor de la Expiración a confiarle esta súplica.
Teniendo presentes a todas las familias afectadas por los incendios y a todos aquellos que de forma directa o indirecta los combaten, pidamos con fe este precioso don.