Ciudad del Vaticano (www.pastoralsiglo21.org).- 13 abril 2018.- El día de hoy en la celebración eucarística celebrada en la Casa de Santa Martha el Santo Padre presentó en su homilía tres ejemplos de libertad: el fariseo Gamaliel, los apóstoles Pedro y Juan, y el mismo Jesús. Y animó a preguntarnos si somos libres o esclavos de ambiciones, riquezas, modas…
“¿Somos libres de pensar con mente fría en dar espacio a Dios en nuestra vida como hizo Gamaliel?, ¿somos libres de seguir a Jesús con alegría también en el sufrimiento como Pedro y Juan?, ¿somos libres de las pasiones, de las ambiciones, de la moda?” “O ¿somos como el mundo, que grita “¡libertad!” pero después sigue siendo esclavo?”
Así mismo recordó que el hombre libre es paciente, «El hombre libre no tiene miedo del tiempo, deja actuar a Dios, deja espacio para que Dios actúe en el tiempo.”
Tomando el ejemplo de libertad de Pedro y Juan añadió, “que habían sanado al paralítico y ahora estaban en el Sanedrín”. “Se tienen que ir fuera alegres de haber sido juzgados dignos de sufrir ultrajes en nombre de Jesús”.
“Esta es la alegría de imitar a Jesús. Es otra libertad: más grande, más larga, más cristiana”. Los dos estaban contentos “porque habían sufrido en nombre de Jesús”, comentó.
Eran libres en el sufrimiento para seguir a Jesús” y así, afirmó el Sumo Pontífice, debe ser la actitud del cristiano: “Señor, tú me has dado tanto, has sufrido por mí. ¿Qué puedo hacer yo por ti? Toma, Señor, mi vida, mi mente, mi corazón, es todo tuyo”.
“Esta es la libertad de un enamorado de Jesucristo. Sellado por el Espíritu Santo, con la fe en Jesucristo. Tú has hecho esto por mí, yo hago esto por ti. También hoy hay muchos que están en la cárcel, cristianos, torturados, que llevan adelante esta libertad: la de confesar a Jesús”.
Para concluir el Papa invitó a reflexionar sobre que libertad vivimos, y señaló el ejemplo de Jesús «que hace el milagro de la multiplicación de los panes y que sabiendo que la gente entusiasmada lo busca para proclamarlo rey, se retira a la montaña: se aleja del triunfalismo. No se deja engañar por el triunfalismo: era libre»:
«Pensemos en este en día en mi libertad, en nuestra libertad. Tres ejemplos: Gamaliel, Pedro y Juan – y el mismo Jesús – ¿mi libertad es cristiana? ¿soy libre? ¿O soy esclavo de mis pasiones, de mis ambiciones, de tantas cosas… de las riquezas, de la moda? Pensemos en nuestra libertad en este mundo que es un poco esquizoide, esquizofrénico ¿no?… Grita: libertad, libertad, libertad… y es más esclavo, esclavo, esclavo.
Pensemos en esa libertad que Dios nos dona en Jesús».
Con información de : Vatican News / Aciprensa – AV