Por Debany Valdés
Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 31de junio 2020.“Las fiestas de Cristo, son fiestas de María y las fiestas de María por supuesto son fiestas de Cristo; Y hoy agregamos algo más, la fiesta del Espíritu Santo es también la fiesta de la Virgen María” mencionó el Arzobispo de Monterrey, Mons. Rogelio Cabrera López quien presidió la celebración eucarística en conmemoración del 57 aniversario de la Coronación de la Virgen del Roble.
Le acompañaron los concelebrantes Mons. Oscar Tamez, Obispo Auxiliar; el Pbro. Roberto Villarreal, rector de la Basílica del Roble junto a los Capellanes de la misma; el Pbro. Pedro Pablo González Sias, Vicario Judicial del Tribunal Eclesiástico y el Pbro. Juan Carlos Arcq, rector del Seminario de Monterrey.
“El Espíritu Santo, es invocado por los discípulos y de modo muy especial por la Virgen María; Ella nos acompaña en este caminar; en esta memoria del Crucificado y Resucitado; en este camino de Santificación y de Comunión Eclesial.” Así dijo Mons. Rogelio, resaltando esos tres puntos importantes respecto a la compañía de María, de forma especial en la advocación de la Santísima Virgen del Roble; quien no solo con los apóstoles en la noche de pentecostés estuvo presente sino también desde siempre en nuestra ciudad de Monterrey.
Durante esta celebración, el Arzobispo Don Rogelio instituyó en el ministerio del acolitado al seminarista Antonio Peña para quien deseamos le sean derramados los dones del Espíritu Santo y reciba el abrazo de nuestra Virgen Santísima.