Por Juan Pablo Vázquez Rodríguez
Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 13 de noviembre 2020
En torno a la IV Jornada Mundial de los Pobres, el Arzobispo de Monterrey, bendijo el comedor diocesano Cocinando de Corazón a Corazón, en el cual un grupo de laicos comprometidos dedican parte de su tiempo a preparar alimentos, para que después sean distribuidos por jóvenes de la Pastoral Juvenil Monterrey, en las zonas más pobres de nuestra Arquidiócesis.
Mons. Rogelio señaló al respecto: “Este proyecto del comedor diocesano, lo que quiere hacer es caminar con los hermanos que sufren, caminar con ellos y darles una palabra, queremos ver a todos como hermanos, reconocer su dignidad”.
El Arzobispo de Monterrey, antes de realizar la bendición invitó a todos los presentes a encontrar a Cristo en el que sufre.
“Y algo muy grandioso para nosotros los cristianos es ver a Cristo en cada persona, como decía el evangelio, tuve hambre, tuve sed, cuando lo hiciste con el más pequeño conmigo lo hiciste”.
“Que importante es caminar en el descubrimiento de Cristo en el hermano”.
“El pobre nos da la oportunidad de descubrir una presencia de Dios oculta, pero que en la fe se descubre y se descubre amando y habiendo algo por los demás”.
“La Caridad es una oportunidad de mirar a Cristo, de descubrirlo, los santos viviendo la caridad han descubierto a Cristo”.
“Este es el misterio del Dios escondido y que en la fe lo podemos descubrir, pero esto no es posible sino hacemos el acto de caridad”.
“Vamos a pedirle al Señor por las personas que tanto necesitan, lo tenemos que hacer de muchas maneras, desde luego como dice el Papa Francisco, luchando para que todas las personas tengan trabajo, para que por sí mismos superen su situación de pobreza, pero a veces tendremos que hacer algo más”.
“El Señor bendiga a cada uno y no solo vamos a vivir la caridad, vamos a animar a que otros también la vivan”.
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