Monterrey, N. L. (www.pastoralsiglo21.org) 17 de diciembre del 2017.- Por ser el día de su fiesta y para darle lo mejor posible a nuestra madre, la Virgen del Roble, se le mandó a hacer un vestido con un significado especial, y se le colocó en la nave central de la Basílica en una vitrina de museo.
Su fiesta se celebrará el 18 de diciembre, con una santa misa presidida por el Arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, a las 7:00 pm.
Su imagen, que fue hecha por artesanos tlaxcaltecas aproximadamente en 1560, es una de las más valoradas y probablemente la más antigua de todo Nuevo León. Y aunque se había evitado moverla de lugar para protegerla, con algunos estudios se han dado cuenta que la imagen está en muy buen estado y que puede manejarse con el debido cuidado.
El Pbro. Roberto Villarreal, rector de la Basílica del Roble, dijo que la idea es acercar a la Virgen al pueblo, en donde pueda sentirla más cercana.
“Como el nicho está muy alto, nuestra percepción es que está un poco lejana. Al acercarla, podemos, primero, admirar su belleza, pedirle de cerca su intercesión por nuestras necesidades, sus gracias y bendiciones, y segundo, admirar la belleza del vestido, que tiene como tema el trabajo pastoral y de evangelización”, dijo.
La vestimos porque ella también nos quiere transmitir un mensaje en la forma en que se viste, agregó, siendo éste el segundo que se le manda a hacer con la diseñadora Diana Velázquez, especialista en vírgenes del siglo XVI, y quien también viste a la Virgen de Zapopan, de San Juan de los Lagos.
Los bordados en oro de la parte posterior muestran a la Virgen del Roble, que comienza la evangelización en Monterrey, el roble y la pastorcita, que admira la manifestación de la Virgen que le habla. También muestra la corona pontificia.
En la parte del frente presenta al centro el escudo de Monterrey; en uno de los lados el escudo papal y en el otro el escudo del Arzobispo de Monterrey, Mons. Rogelio Cabrera López.
El padre Villarreal dijo que normalmente se le cambia el vestido a la Virgen dos veces al año y que el vestido original, que es muy sencillo, todavía se conserva y que ha sido custodiado por una familia de Monterrey durante más de 150 años.
El sacerdote se siente privilegiado de estar en esa basílica, porque es un oasis regiomontano de evangelización. “La Virgen me tiene bajo su protección y para ser como la pastorcita, un enviado de ella a platicarle a todos los regiomontanos que la Virgen quiere dar, pero que quiere que la visiten”.
“No podríamos entender la historia del Monterrey trabajador, entusiasta, las raíces de la fundación de Monterrey, sin la presencia de Nuestra Señora del Roble. Todas las advocaciones son bellas e importantes, pero a nosotros nos cala muy hondo que la Virgen vino a decirnos: ‘Quiero que sean mis hijos, quiero trabajar por ustedes y quiero derramar gracias y bendiciones’”.
El roble original todavía se conserva atrás del nicho atrás de la imagen de la Virgen, y consiste en un pedazo de madera.
La Virgen del Roble estará en ese lugar para ser visitada hasta el sábado 23 de diciembre.
Por Rocío Díaz