A toda la Iglesia que peregrina en Monterrey, ¡la paz esté con ustedes!
El fin de semana pasado, después de la publicación de la dispensa concedida sobre el precepto dominical, notamos que, no por falta de fe sino por tomar medidas oportunas, bajó la asistencia a las iglesias y aumentó el seguimiento de la Santa Misa por los medios digitales. Les agradezco este compromiso con el bienestar y la salud pública.
En estos días me he estado comunicando, por diversos medios, con autoridades en materia de salud y con médicos reconocidos de nuestra ciudad para tomar la mejor decisión en torno a la celebración de la Santa Misa y el resto de actividades de nuestra Arquidiócesis.
A las comunidades religiosas, si bien no me compete regir al interno de sus casas, les pido prudencia: si son comunidades grandes eviten aglomeraciones, es mejor celebrar unos en las mañana y otros en la tarde para evitar situaciones de riesgo.
A todos los fieles los invito a seguir las celebración de la Santa Misa por lo medios digitales y a elevar a Dios nuestras oraciones, en especial la liturgia de la horas y el santo rosario, por las mismas intenciones que los sacerdotes ofrecerán las misas: los enfermos, sus familias y todos los profesionales de la salud.
A los agentes de pastoral, en especial a los catequistas y a los predicadores, los invito a utilizar los medios digitales y tradicionales (redes sociales, televisión, radios, etc.) para continuar con la proclamación de la Palabra de Dios.
Sigamos actuando con calma y prudencia, sin tomar riesgos innecesarios, siempre dispuestos a ayudar y servir al hermano que nos necesita. ¡Virgen Santísima del Roble, cúbrenos con tu manto!