Ciudad del Vaticano (www.pastoralsiglo21.org) 12 de marzo del 2018.- Un replanteamiento de parroquias para tener una Iglesia viva y coordinada es la propuesta en sus primeros días de gobierno pastoral del nuevo Arzobispo Primado de México Card. Carlos Aguiar Retes.
Lo anterior fue publicado en el Vatican Insider en una entrevista con el periodista Andrés Beltramo.
“Las parroquias están organizadas habitualmente para una población pequeña. Así nacieron, son estructuras más para el campo rural, cuando el mundo vivía de otra manera. Pero no son efectivas para estas aglomeraciones, ya no funcionan las parroquias en sus estructuras como estaban diseñadas”, dijo.
Para lograr este proyecto, el Card. Aguiar Retes se ampara en que el Concilio Vaticano II y el Código de Derecho Canónico prevén una nueva estructura de parroquias in solidum: “se conforma un equipo sacerdotal, se incorporan dos, tres o cuatro parroquias en una unidad pastoral y se levantan los límites territoriales que a veces generan conflictos entre los mismos sacerdotes y un deterioro para el servicio de los fieles”.
Los cambios que provocaría serían “una estructura adecuada no solamente para la atención de los fieles y para la coordinación de los servicios pastorales. El beneficio mayor está en que busquemos que esas unidades pastorales se identifiquen con unidades sociales. Que todas las parroquias de la unidad sean las parroquias de los feligreses, esto nos va a permitir recuperar el sentido de pertenencia y de identidad eclesial”, expresó.
“La propuesta es que, en estas unidades pastorales los párrocos ya no vivan en sus parroquias, sino en casas comunes sacerdotales. Esto genera no solo un ahorro económico, también garantiza una casa digna para ellos y, sobre todo, los sacerdotes pueden vivir en comunidad y no en soledad. Con la soledad muchas veces vienen las tentaciones, en cambio, cuando estás acompañado con otros que dan la vida igual que tú, se comparten experiencias, dudas, situaciones, amistad, crece y además la seguridad. Todo confluye para bien, el arte es que cambiemos la mentalidad clerical que está en el modelo anterior”, compartió.
También habló de los retos que impone vivir en la Ciudad de México.
“La gran ciudad tiene una enorme movilidad social. Más del 50 por ciento de la población gasta de dos a cuatro horas diarias para ir de casa al lugar de trabajo. Es un desgaste físico y emocional enorme. Eso afecta su relación en el matrimonio, en la familia y con la Iglesia. Más de 50 por ciento de la población. Además, la gran ciudad se ve sofocada por una espiral de consumismo, basada en el fenómeno del individualismo. Eso deja muchos marginados. Y luego, entre los católicos, el 80 por ciento de los fieles no tienen la formación suficiente para ser conscientes de su ser discípulos cristianos”. RD