Por Debany Valdés
Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 17 de diciembre del 2020
Arzobispo de Monterrey – Mons. Rogelio Cabrera López presidió la consagración episcopal de los nuevos Obispos, a quienes ve cómo un regalo y bendición para él y para toda la Iglesia de Monterrey.
“Mis hermanos José Manuel, Juan Carlos y César, son sin duda una bendición, así veo esta bendición, este regalo que Dios me concede porque para mi, los Obispos Auxiliares, no solo me ayudan a llevar adelante las cargas misioneras de esta Iglesia de Monterrey, sino que siempre los miro como mis hermanos, cuántas gracias he recibido por su acompañamiento”.
En su mensaje al pueblo y dirigido de modo especial a los nuevos miembros del Colegio Episcopal, Mons. Juan Carlos Arcq Guzmán, Mons. César Garza Miranda y Mons. José Manuel Garza Madero, nuestro Arzobispo compartió:
“En estos momentos vivimos la preocupación de la pandemia, pero no obstante en esta realidad, con ellos – los nuevos Obispos- miramos hacia adelante, con mucha esperanza, llenos siempre de confianza de que Dios es quien conduce esta Iglesia”.
“Él conoce y Él ama, y ese amor queda envuelto en esas dos realidades que nosotros le entregamos al Señor; nosotros lo escuchamos y lo seguimos, Él nos ama, Él nos conoce, y esta belleza de su amor, es la que nos permite siempre caminar hacia adelante”.
“Hermanos Obispos, hermanos todos, nos toca escuchar y seguir a Jesús. A Él le toca la parte más grande, más difícil que es conocernos y por lo tanto amarnos, por qué difícil, porque no lo merecemos, porque su amor es extremadamente generoso”.
“Ustedes hermanos obispos llamados a escuchar, llamados a seguir y ser ovejas humildemente y sin merecer ahora los llama a compartir el pastoreo de Cristo”.
“Dos tareas, escuchar y seguir: parece sencillo, oír la voz de Dios, pero no solamente oír la voz de Dios, sino escuchar el eco de esa voz en el pueblo de Dios. Escucharlo a Él y escuchar al pueblo”.
“Que bello es ser ovejas de Cristo, de tan bello pastor que nos ama, nos conoce, pero también que bella tarea ser ovejas, escuchar, seguir, ser acariciados, ser queridos por Cristo”.
“Sólo el que ama es buen pastor, sólo el que da la vida es buen pastor”.
“Vamos a pedir mucho por ustedes, en esta basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, ella conoce las ovejas de su Hijo, ella conoce también a los pastores que comparten el ministerio de su Hijo, y también como Él nos ama intensamente”.
“Que Dios los bendiga mucho y bienvenidos al colegio episcopal, bienvenidos a esta Iglesia de Monterrey entan de nuevo ahora con este regalo que el Señor les da, compartir el ministerio de Cristo”.
“Grande misterio es este que celebramos y sepan que los recibo con mucho afecto, con mucho cariño, con mucha esperanza y estoy seguro que Dios nos conducirá y conducirá a esta Iglesia de Monterrey”.
“Que Dios nos bendiga y que nuestra patrona de Monterrey que mañana celebraremos, nuestra Señora del Roble, nos cubra con su manto”.
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