Comunicado
Felices los que trabajan por la paz,
porque serán reconocidos como hijos de Dios.
Mt 5, 9
A toda la Iglesia que peregrina en Monterrey, ¡la paz esté con ustedes!
Estimados hermanos:
Como es de su conocimiento, los obispos que conformamos la Conferencia del Episcopado Mexicano, en comunión con otras instancias eclesiásticas e instituciones y personas de buena voluntad, incluidos los candidatos a la Presidencia de la República, hemos hecho un “Compromiso por la paz”, fruto del ejercicio sinodal llamado “Diálogo por la paz”.
En el análisis base de este compromiso, llegamos a la conclusión, entre otras, que la seguridad en nuestro país está en peligro por el aumento de la violencia en los diversos ámbitos de nuestra sociedad. La totalidad de los compromisos pactados puede ser consultada en https://cem.org.mx/wp-content/uploads/2024/03/Compromiso-Nacional-por-la-Paz.pdf , los invito a consultarlos para dar a conocer aquello que como Iglesia, parte de la sociedad mexicana, proponemos para alcanzar la paz que deseamos.
Parte básica de este compromiso es el llamado a todos los ciudadanos a asumir, según la propia condición, un papel protagónico en la construcción de la paz. Así, como Iglesia, quiero pedirles que hagamos aquello que brota de nuestra naturaleza: orar por la paz y dar testimonio de esta como hijos de Dios. Por eso, pido a todos los sacerdotes de nuestra Iglesia local, a partir de hoy mismo, retomar en cada misa, después de la oración postcomunión, la oración por la paz que como Conferencia hemos ya propuesto y que está anexa a este documento. De igual forma, pido a todos los fieles cristianos, en la medida de lo posible, incluirla en sus oraciones diarias. En definitiva, como ciudadanos o habitantes de este país debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para vivir en una sociedad marcada por la paz y por ello, como Iglesia, no podemos dejar de orar con este fin.
Encomiendo nuestros trabajos en pro de la paz a la protección amorosa de Nuestra Señora del Roble y a la intercesión de los venerables padre Raymundo Jardón y sor Gloria Elizondo, que como miembros de nuestra sociedad entenderán la importancia de retomar la paz en nuestra comunidad.