Fiesta de la Santa Cruz y bendición de casa parroquial – El Triunfo de Madero, Chiapas, 3 de abril de 2017
Hermanas y hermanos me da mucho gusto que mi visita coincidiera con la fiesta de la Santa Cruz. Hoy, en muchos lugares de nuestro país se celebra esta fiesta, aunque la fiesta universal es el catorce de septiembre los obispos de México pidieron al Santo Padre que se celebrara el tres de mayo; además si alguien es albañil ¡felicidades!, hoy celebramos su día, por eso también hoy se hace fiesta por las obras de construcción. Que bueno que vengo el día de la Santa Cruz, porque celebrar la cruz de Cristo nos permite primero recordar el misterio de nuestra salvación: en la cruz de Cristo somos salvados, la cruz que sólo significaba condena ahora significa salvación, la cruz que significaba derrota ahora es signo de victoria. El Señor Jesús nos enseñó a entender la vida siempre como una cruz que hay que cargar con gallardía, con valentía, Él decía a los discípulos: “el que quiera seguirme que tome su cruz de cada día y me siga, que renuncie a su mismo y me siga”.
Fíjense cómo es el Evangelio, todas las religiones tratan de hacer olvidar los problemas, como cerrar los ojos ante el sufrimiento y la muerte. El cristianismo nos coloca siempre en la verdad, en todas las Iglesias está la cruz de Cristo para no ocultar la verdad, porque algunos ocupan la religión para olvidar los problemas, a ellas se les llama religiones de prosperidad porque siempre te dicen que te va a ir bien, pero la vida nos dice otra cosa: que todos tenemos una cruz que cargar, unos seguramente más pesada, otros más ligera, pero todos tenemos una cruz que cargar y no culpamos a nadie, porque la cruz no son las personas, un cristiano nunca culpa a otro de sus problemas. Recuerdan cómo se expresó Jesús en la cruz “perdónalos, no saben lo que hacen”, así justificó a sus agresores, también así lo hizo san Esteban. Jesús nos enseña a mirar con amor a todos, incluso a nuestros enemigos, tomar la cruz con gallardía, con valentía, no quererla ocultar. Si uno quiere ocultar los problemas le va uno peor, como el que toma alcohol para olvidarse de los problemas o drogarse, los problemas no cambian por eso, son como nuestra sombra, a donde nos movemos nos siguen, no los podemos tirar o descartar, no es una carga que podamos olvidar, tenemos que asumir la vida con la verdad. Los miembros de Alcohólicos Anónimos convencen a quien toma mucho que la manera de resolverlo es aceptar la verdad, “acepta que tienes problemas con el alcohol y tendrás la solución”. Así es el Evangelio, porque todo lo que expresó el fundador de Alcohólicos Anónimos lo tomó del Evangelio, la primera verdad es: hay que aceptar lo que somos y las dificultades que tenemos. Decía Jesús en el sermón de la montaña “a cada día le basta su propia ocupación”, cada día haz lo mejor que tú puedas, es la manera en como resuelves la vida, porque si te la pasas mirando hacia atrás encontrarás solo culpables, y si quieres avanzar en el tiempo nadie sabe cuánto tiempo se va a vivir, por eso a cada uno le basta los problemas de cada día.
Hoy que celebramos al Santa Cruz le pediremos al Señor que nos de fuerza para amar la cruz que tenemos, Él dice “mi yugo es suave y mi carga es ligera, aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón”. Se fijaron en lo que escuchamos en el libro de los Números, la gente moría, el Señor le dijo después de poner la víbora de bronce en un palo “el que vea la víbora se sanara”, el que vea aquello que le mata se salvará. Las cosas no las podemos olvidar. Lo que hacen las avestruces, esconder la cabeza debajo de la tierra, no lo podemos hacer, Dios nos enseñó a mirar de frente, ahí comienza el cambio y la salvación, miren la serpiente que los mata y vivirán.
Este es el cristianismo, pero llevamos siempre un consuelo porque Cristo dijo, hablando de su propia cruz, “el hijo del hombre no vino a condenar sino a salvar”. Esta es la esperanza que tenemos ustedes y yo, por eso ya no vivimos en el temor y el miedo porque Dios nos quiere mucho y nos ama. Por tanto, ¿qué es evangelizar? es convencer al hermano de que Dios lo quiere mucho, de que Dios lo perdona, que Dios va más allá de lo que nosotros podamos hacer, “el hijo del hombre vino no a condenar sino a salvar”. Por eso esta fiesta es vocacional, recordamos nuestra vocación, seguir a Jesús, eso es la vocación; ustedes los señores y las señoras casadas, los jóvenes y niños, los sacerdotes, tenemos que seguir a Jesús con la cruz, mirándolo a Él, sólo a Él, si lo miramos vamos a tener ánimo. Dice el autor a la carta a los Hebreos que la vida es con una carrera en el estadio: tengan los ojos firmes en aquel que los guía, en Jesucristo. Eso es lo que tenemos que hacer, ustedes que colaboran en la pastoral de su parroquia, animen a sus vecinos y hermanos a seguir a Cristo, háblenles con la verdad, esta verdad que tiene dos caras de la misma medalla: la cruz y el perdón de Dios. Asume tu vida pero también no te olvides de que Dios te ama.
Acaban de celebrar su fiesta, el Señor de la Misericordia, es muy bonito que en esta fiesta hay dos imágenes del Señor de la Misericordia, el Cristo crucificado y el Cristo Resucitado. Es el mismo el que está aquí y allá. Decía Jesús en el Evangelio: es el mismo que estaba en el cielo, que bajo del cielo y que regreso al cielo, Cristo es misericordioso. Que Dios los bendiga y lleven el ánimo de la fe a sus comunidades, primero pidan la fe para ustedes, pídanla todos los días, tenemos que pedirle al Señor: Señor, aumenta mi fe, que crea; es el regalo más bonito, tener fe, si tienen fe tendrán esperanza, caridad y alegría; esa alegría, la única que no se acaba, de saber que Cristo nos quiere mucho y que nos protege. No podemos olvidar a la Virgen María que le llamamos causa de nuestra alegría. Yo tengo la certeza de que la vida cristiana siempre se verá fortalecida por la gracia de Dios y por el trabajo que desempeñan en sus comunidades.