Peregrinación del mesón estrella
5 de diciembre de 2018
Estimadas hermanas, estimados hermanos, Gracias a todos ustedes que vienen en peregrinación, quiero pedirles un favor, que esta Eucaristía la ofrezcan por mí porque hace 6 años llegué a esta iglesia de Monterrey.
Es una bonita coincidencia venir a celebrar con ustedes, se fijaron como la Palabra de Dios nos habla de comida, ahora que junto al altar tenemos tanta comida, el Evangelio tiene una enseñanza, hoy se habla de la multiplicación de la comida.
Qué es lo que hace Jesús, quiero fijarme especialmente en tres cosas, primero tiene un buen sentimiento, dice el Evangelio que le dio compasión ver tanta gente que no había comido, no es bueno que la gente regrese a su casa sin comer, ahí empieza todo, en el sentir compasión.
Cuando uno es egoísta solo se preocupa por sí mismo, como todos nosotros tenemos que aprender a mirar a nuestro alrededor.
Lo segundo es lo que les dice Jesús a los apóstoles, “hay que cooperarnos, cuanto traen”. Ahí empieza el cambio que hace Jesús con sus discípulos.
Que hace Jesús en el milagro, primero da gracias a Dios, el milagro comienza ahí, le agradece a Dios, no le pidió, le agradeció a Dios por eso poco que tenía.
A veces uno no agradece las cosas que Dios nos da pero Jesús sabe agradecer lo poco que tiene.
Agradézcanle a Dios lo poco que tienen.
Después de agradecer empieza a repartir, solo el que agradece comparte. Podríamos decir, qué es esto para tanta gente, pero lo bonito de esta peregrinación es que saben agradecer a Dios y Dios se encarga de multiplicar.
Llévense una solo reflexión, agradézcanle a Dios lo poco que les da, ahí esta un milagro, el que agradece a Dios recibe un milagro y hoy no podemos no agradecerle a María de Guadalupe.
Ella era pobre, ella sabe lo que es tener poco y agradecer mucho, cuantas lecciones nos han dado nuestras mamás, que no se quejan de lo poco.
La misa es una eterna acción de gracias, a eso vamos cada domingo, el que está enojado no agradece, el que está inconforme no agradece. Yo los invito a agradecer a Dios lo poco que tenemos y estar contento con lo que tenemos