XV años de Jennifer López Guillen / Catedral de Monterrey / 28 de junio del 2018
Estimados hermanas y hermanos, familiares, amigos y papás de Jennifer. Jennifer, te felicitamos por estos quince años. Quince años en los que tú misma puedes saber todo lo que ha pasado y darle gracias a Dios.
También queremos encomendarte al Señor al comenzar esta nueva etapa de tu vida igualmente importante, igualmente bella. Porque para un cristiano toda la vida siempre es bonita, la niñez, la juventud, la madurez, la ancianidad. Los años que Dios nos permite vivir son siempre agradables y hay que darle gracias a Dios. Nadie sabe cuántos años vivirá, Dios nos tiene siempre en esa sorpresa de la vida que nadie lo sabe. Pero lo más importante es tener espíritu alegre, darle gracias a Dios y mirar siempre con mucha esperanza el futuro.
Hoy la Palabra de Dios que escuchamos, tiene una buena enseñanza para todos y, de modo especial, para ti. Qué importante es hacer lo que le agrada a Dios, lo que le gusta a Dios. Si en la casa tenemos que hacer todo aquello en lo que estén de acuerdo nuestros papás, porque siempre será lo mejor para nosotros, también hay que hacer lo que le agrada a Dios.
Oíste la historia del Antiguo Testamento, un rey joven que no se porta bien y a los tres meses lo pierde todo porque no se portó bien. Qué importante es hacer lo que le agrada a Dios, tal vez no por los éxitos humanos y materiales, sino sobre todo por los éxitos espirituales, de ánimo, de gozo, de alegría, de satisfacción. Hay que hacer lo que le agrada a Dios.
Jesús en el Evangelio repitió de otra manera este mismo pensamiento. Hay que cumplir la voluntad de Dios. Cristo ha dicho que hay que cumplir su ley. Y nos hizo una bonita comparación, el que se porta bien, el que le hace caso a Jesús es como aquel que construye una casa bien fundada sobre roca. Pueden venir tempestades, arroyos de agua, pero no la van a tirar porque está bien comentada y nada la puede destruir.
Cuando algo está bien cimentado puede ocurrir lo que sea y uno sigue en pie. Eso es lo que el Señor quiere para ti, Jennifer, que estés siempre en pie. Y para estar en pie hay que hacerle caso a Dios, obedece sus mandamientos, que ya los sabes. Son simplemente diez mandatos. Pero hay que hacerle caso al Señor y verás que estarás, en paz y en tranquilidad. Verás que Dios te va a ir sorprendiendo con cosas que van a pasar en tu vida.
Vamos a pedir por ti, por tu familia, tus papás, tus amigos, por todos los que te rodean quieren tu bien y, sobretodo, Jesús quiere tu bien. Haz lo que a Él le agrada y estarás siempre muy bien.