Misa de primeras comuniones, Nuestra Señora de Los Ángeles, Juárez.
28 de julio de 2018
Me da mucho gusto estar aquí con ustedes donde el pan y el vino la hostia y el vino que serán puestos en nuestro altar, después de las palabras de la consagración se convertirán en el cuerpo y la sangre de Cristo por eso, para poder hacer la primera comunión los prepararon con la catequesis.
Uno nunca alcanza a comprenderlo y mucho menos se prepara con dignidad, hoy la Palabra de Dios nos habló del misterio del mal, como en el mundo se tiene que convivir con personas buenas y malas, no es posible separar, tenemos que convivir, es parte del proyecto de Dios para la humanidad.
Ha habido experiencias que han fallado totalmente, hubo un tiempo que la gente que creía que era buena, se iba a vivir a otra ciudad, donde solo se aceptaba a los buenos y no funcionó porque nadie es bueno o malo todos los días.
Todos tenemos que estarnos convirtiéndonos a Dios, de nadie podemos esperar puras cosas buenas, nadie es perfecto, ninguna mujer, ningún hombre pero, a qué nos llama el Señor, a querer ser perfectos a ponernos en la ruta, en el camino del bien, a desear ser cada día mejor, con nuestras caídas y nuestras levantadas, por eso Jesús con esta parábola del Evangelio, una parábola del campo, los que han vivido en el campo entienden lo que es tener una buena cosecha, como acabar con la hierba mala es muy difícil, no hay una receta, el campesino tiene que decidir dependiendo del panorama que se encuentra.
El Señor se encuentra con una hierba que daña el trigo, Jesús puso la parábola, qué debo hacer, arrancar la hierba mala, NO, porque, no vaya ser que al arrancar lo malo, arranquemos algo bueno. Tenemos que esperar hasta el día de la cosecha para separar lo bueno de lo malo
Esto lo dijo Jesús para darnos entender que no hay puro bueno y puro malo, es muy difícil separar, caras vemos, corazones no sabemos, dice el dicho.
Por eso no hay que dejarse llevar por lo que uno mira, pero lo que si es cierto, es que tenemos que convivir, con el deseo de no hacerle daño a los que viven cerca de nosotros, sean buenos vecinos, no peleen, si eres muy bravo aguántate, respeta a tu vecino, no te vengues.
En las cosas simples y sencillas aprendemos a convivir, no hay lugares 100% buenos o 100% malos, donde quiera hay personas que pueden ser buenas, hay que tener una mirada positiva.
En las ciudades hay gente buena y gente no muy buena, ayer fui al CERESO de Apodaca, y ordené a un sacerdote dentro del CERESO, al padre Gabirel, él, cuando era joven, cometió imprudencias, lo metieron a la cárcel cuando tenía como 20 años y en la cárcel descubre sus errores, y dice en la celda encontró la libertad, con los reos que muchos se portaron excelente, a partir de ese día comenzó una vida nueva, después de esa situación se fue de misionero y luego ingreso al seminario y ayer lo ordené sacerdote.
Me dijo que su deseo era ser ordenado en la cárcel, porque era sumamente importante para su conversión.
No hay gente 100% mala o 100% buena, todos tenemos el desafío de decirle al Señor sí o no. Por eso Jeremías les dice, no puede ser que tú estés cometiendo tantas cosas malas y luego vayas al templo, tienes que hacer la lucha de cambiar, tener una buena intención, por qué hago esto o aquello, a veces no revelamos nuestras intenciones, por lo que dice el profeta “no basta decir templo del Señor” sino convertirse.
El Señor nos pide en esta Eucaristía tener una buena intención, ser buenos, hacer el bien, comenzamos la misa dándonos tres golpes de pecho, pecamos de pensamiento, palabra y obra, no obstante esta realidad, pido a la virgen María, a los ángeles, que nos ayuden a ser buenos, por eso ya cerquita de recibir el cuerpo de Cristo decimos “no soy digno pero una palabra bastará para sanarme”
Su parroquia dedicada a nuestra señora de Los Ángeles, cada santo ha tenido una devoción especial a la Virgen María, San Juan Bosco con María auxiliadora, Alfonso María de Ligorio al Perpetuo Socorro, San Francisco a nuestra señora de Los Ángeles, patrona de nuestra parroquia, a ella y a los ángeles, les pedimos que nos ayuden a ser buenos, lo mismo hagan ustedes niñas y niños, devoción a la virgen María pero también a su santo ángel, nos enseña la biblia que cada uno tiene un ángel guardián, aunque no lo vemos, pero hay un ángel que nos cuida las 24 horas, que nos protege, nos ayuda, que nos dice: ¡cuidado, no hagas eso está mal!, pero a veces uno se hace sordo.
Por eso niños y niñas siempre en la mañana hay que ponerse ante el cuidado de la virgen María y de nuestro ángel custodio, la virgen María es reina de los ángeles, vamos a pedirle a ella, para que caminemos un poco mejor, para que demos un paso en la bondad, misericordia, el bien, si eres papá, si eres mamá, trabaja con mucho cuidado por tus hijos. Protégelos, ponlos a estudiar, cuida a donde van; ustedes muchachos, niñas y niños, obedezcan a sus padres, dice un dicho mexicano, el que obedece no se equivoca, porque sería impensable que algún papá o mamá nos invitara a portarnos mal.
Si hay casos, hace muchos años conocí el caso que el papá y la mamá eran ladrones y querían que su hijo se hiciera ladrón, pero son casos raros, uno entre millones, normalmente cuidan que hagamos el bien.
Por eso después de haber oído esta parábola del evangelio en la que se nos invita a tener paciencia aceptar el mundo en el que vivimos, así cada uno trate de hacer siempre lo mejor, Señor quiero ser un mejor sacerdote, un mejor esposo, mejor hija, mejor hermano, mejor compañero de trabajo, mejor ciudadano.
Todos tenemos que estar en esta mejor intención, que Dios los bendiga y vamos a ponernos bajo la protección de nuestra señora de los ángeles, que aquí la van a celebrar en la tarde a las 7 de la noche este jueves 2 de agosto. Los niños pueden venir a comulgar por segunda vez con su vestido blanco si no se han ensuciado para recibir a Cristo nuevamente en su corazón.