Con motivo de la IV Jornada Mundial de oración por el cuidado de la creación 2018, el Arzobispo de Monterrey, Mons. Rogelio Cabrera, invita a las parroquias, grupos, movimientos, congregaciones, familias y a cualquier persona dentro o fuera de la Iglesia a tomar medidas concretas en beneficio de nuestro planeta y de las generaciones futuras.
“Se requiere, con urgencia, superar la crisis ecológica que está viviendo la humanidad. El deterioro del Planeta y sus equilibrios físicos, químicos y biológicos exige poner todas las energías y capacidades en relación unas con otras y orientarlas hacia el bien de la comunidad de vida”.
Recordemos que en el 2015 el Papa Francisco había signado la Encíclica Laudato Si’, sobre el cuidado de la casa común. Este “nuevo estilo de vida” al que se refiere Su Santidad no puede entenderse sólo como el cuidado o reutilización del agua, reducir la basura y separarla, o cuidar el jardín de la casa. A lo que nos remite es a cambiar radicalmente nuestra relación básica respecto del conjunto del sistema vida y de su Creador.
“Estamos llamados a la misión de ser custodios de esta herencia sagrada recibida del Creador que es la Tierra viva, el único hogar que tenemos para vivir”.
La Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación nos exhorta, desde luego, a invocar persistentemente a Dios para que nos siga inspirando la razón sensible y cordial hacia todos los seres vivos, asimismo a trabajar con pasión en todos los ámbitos, el profético incluido, para detener el deterioro ambiental y vivir solidariamente con los sufridores de la naturaleza y la humanidad.