Encuentro Arquidiocesano de Catequistas.
Domingo 19 de agosto de 2018
Cada año tengo oportunidad de compartir con ustedes una preocupación, de las más importantes de la Iglesia, que el evangelio llegue a todos, que nadie quede privado del gran banquete de la Palabra de Dios.
A ustedes hermanas y hermanos les toca preparar este banquete de la Palabra, nuestra Eucaristía nos enseña que hay dos alimentos, la Palabra y el pan eucarístico, que no se puede disfrutar de este pan si no se disfruta primero de la Palabra.
Puedo hacer una sencilla comparación, en las comidas y de manera especial en nuestras fiestas se refiere que hay bebida y comida para la promoción de la palabra, cuando vamos a una fiesta, conversamos.
El cariño se expresa por medio de la palabra, cuando vamos a la Eucaristía vamos a escuchar, hablar y a comer, que les parecería a ustedes que en una fiesta llegaran y no se hablara, que solo tuvieran la comida; que importante es la palabra, Dios nos ha hablado para que nosotros también le hablemos a él, ustedes catequistas, tiene en sus manos este tesoro de la Palabra, tesoro que es de la Iglesia, que es de ustedes, porque la Iglesia les entrega el tesoro de la Palabra de Dios.
De ahí siempre nuestro gusto y nuestro deseo que esa Palabra llegue a todos sin ninguna excepción porque Dios tiene un sexto sentido de comunicación, más allá del que podemos nosotros, el Señor llega al corazón de cada uno.
Por un milagro que solo sabe hacer el Señor, nosotros hacemos lo que podemos pero hay que hacer todo lo que podemos, por eso en este encuentro hemos hecho extensivo a todos ustedes la preocupación para que la catequesis llegue a todos y a todas, cualquiera que sea su situación.
Porque creemos que Dios se comunica más allá de lo que podemos hacer, con esa certeza nos lanzamos a cumplir el Evangelio de Dios. Estén seguros de que siempre el Señor hace que llegue a su corazón, que maravilloso es ver que en nuestro país hay tantos catequistas que sin poder ver, sin poder oír a veces sin poder caminar, se unen a ser catequistas.
Soy testigo de que para Dios nada es imposible, tenemos este bello desafío, acercar la Palabra de Dios a todos los niños y niñas, que nadie quede excluido, esto supone que también tenemos que estar capacitados para hacerlo bien. Pero solo se necesita buena voluntad, empatía, paciencia, lo que siempre acompaña a todo catequista.
Hay un metalenguaje que es el sentimiento, que es el tocar, el saludar, para que Dios empiece a actuar por eso San Juan dice “lo que hemos visto, lo que hemos oído” eso hemos de comunicar, todos los sentidos entran en la catequesis, a veces podemos usarlos todos, a veces no.
Hoy la Palabra de Dios nos propuso una actualidad muy importante para este encuentro, la sencillez; esta sencillez es lo contrario de complicación, Dios siempre ha querido que seamos de una sola pieza, sencillos, ustedes sean sencillos como las palomas.
Esa sencillez que nos permite tener ese ánimo de saber resolver cualquier dificultad, porque hay catequistas que le ponen a todo un problema, el niño no trae la boleta de bautismo, se perdió la tarjeta de asistencia a misa, etc. Se les va la vida en complicaciones burocráticas, seamos sencillos, para que así podamos ir al segundo momento del banquete, que todos lleguen a compartir el pan y vino eucarístico.
Hoy leímos le pasaje de San Juan que estamos repitiendo todos los domingos para entender que Cristo es el pan vivo bajado del cielo. Llega a lo más profundo de nosotros y se hace uno con nosotros, entramos en plena comunión con Dios, dirá San Pablo: “ya no soy yo quien vive, es Cristo que vive en mí”.
Hermanas y hermanos catequistas, ahora se les presenta el instrumento para dar este servicio pero hay que poner el plus, porque un catecismo no alcanza a cubrir todas las necesidades. Mi deseo es que ninguna parroquia, ninguna escuela que da catequesis margine a los que por algún motivo, no puede recibirlo todo de la misma manera, porque todo es posible cuando hay cariño y amor.
El catequista que no hace ningún bien encuentra cualquier pretexto. Todos tenemos mucho interés y corazón, sobre todo tienen mucha fe. Así vamos a llevar a todos a estar con Jesús, que nadie sea excluido de la gracia de Dios.
Cuando me pregunta alguien, que un niño tiene una dificultad, yo respondo que hay que ayudarlo, hay que darle los sacramentos, son almas puras, lo merecen más que nadie, no podemos tener ninguna restricción al contrario, ánimo y creatividad para hacerles sentir que Dios les ama porque está el sexto sentido que Dios nos da, el sentido de la fe y del amor de Dios que va más allá de los 5 sentidos.
Gracias por colaborar con nosotros, son ustedes nuestra fuerza, nuestra red social, nuestro eco, nuestro motor para que llegue a todos y a todas, gracias por ser tan buenos y dedicar su vida a la transmisión del mensaje del Señor.
