Cuenta el Evangelio que una vez al pasar por un pueblo de Samaria, la gente no quiso proporcionarle ningún alimento a este hombre junto con Juan y le pidieron a Jesús que hiciera llover fuego del cielo para que quemara a esos maleducados.
¿Puedes imaginar la respuesta de Jesús al escuchar esto? Sigue leyendo y te sorprenderás:
- Jesús les llamo la atención y tuvo que regañarlos por ese espíritu de venganza, les recordó que Él no había venido a hacer daño a nadie sino a salvar al mayor número posible de personas.
- Este hombre fue testigo de la Transfiguración del Señor en el Monte Tabor, de la pesca milagrosa y de la oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní, entre otros pasajes impresionantes.
- Jesús lo nombro el “hijo del trueno”, es patrono de España y de su caballería, así como de los curtidores, veterinarios, equitadores y de varias ciudades en el mundo. Otras ciudades llevan su nombre en países como Chile, República Dominicana, Cuba entre otros.
- Se dice que llegó hasta España a proclamar el Evangelio. La Catedral de Compostela es considerada su principal Santuario, donde actualmente peregrinan miles de personas cada año, deseosas de recorrer el Camino de Compostela.
- Después de la Ascensión de Jesús, Este hombre fue conocido como una de las figuras principales entre el grupo de los Apóstoles. El rey Herodes se lleno de envidia y propuso acabar con los seguidores de Cristo y lo primero que hizo fue mandar cortarle la cabeza a este fiel discípulo y encarcelar a Pedro.
- Así el hijo de Zebedeo tuvo el honor de ser el primero de los apóstoles que derramó su sangre por proclamar la religión de Jesús Resucitado.
- Este hombre es conocido como Santiago el Mayor, uno de los doce apóstoles elegidos por el Hijo de Dios. La Iglesia católica celebra su fiesta el 25 de julio y se le representa como un soldado o vestido de peregrino, montado en un caballo blanco en actitud de lucha
El 9 de noviembre de 1982, cuando San Juan Pablo II visitaba la Catedral española, hizo un llamado a Europa a reavivar “aquellos valores auténticos”, porque los otros continentes “te miran y esperan también de ti la misma respuesta que Santiago dio a Cristo: ‘lo puedo’”.
