Fiesta patronal Parroquia San Rogelio.
Domingo 16 de septiembre de 2018.
Hermanas, hermanos, gracias por venir a esta celebración de la fiesta patronal del santo patrono, san Rogelio. Gracias a ustedes, los hermanos adultos, jóvenes, niños, hermanos sacerdotes, gracias a todos.
Me decía el padre rodo, antes de empezar la misa, que se prepararon sobre una reflexión muy importante, se prepararon para la paz, el lema “Mi paz les dejo, mi paz les doy”, que importante es comprender este regalo, el Señor nos regala la paz, pero también nos pide trabajar por la paz. Por eso Jesús nos dirá en el sermón de la montaña, bienaventurados los que buscan la paz.
La paz cuesta la vida, por eso siempre tenemos, frente a nosotros, al crucificado, ahí está la paz, ese es el estandarte de la paz, yo quisiera subrayar tres cosas, aplicadas a esta tarea de construir la paz.
Qué es lo que hacen los santos, qué es lo que hacen los mártires para llevar adelante el mensaje de Cristo, yo creo que son 3 cosas: primero conoce a Jesús, segundo camina con él, tercero, renuncia a sí mismo. Estas tres cosas nos indican, como se trabaja por la paz.
Primero conocer a Jesús, hoy decía el Evangelio, que Jesús les preguntó a los apóstoles, quién dicen que soy yo. Nuestra fe cristiana no es la fe en una doctrina, sino en una persona, en Jesús, el mesías.
San Rogelio, conoció a Jesús, nosotros estamos llamados a conocerlo.
Segundo pensamiento, el santo, el mártir, construye la paz y camina con Jesús. Lo dijo hoy, el que quiera venir conmigo, hay que caminar con Jesús, hacer la vida junto con él. Aquel que camina con Jesús, aprende a llevar la paz.
Por eso el santo, el que construye la paz, san Rogelio, camina con Jesús, es amigo de Jesús, el que está con Jesús, recibe ese legado, la paz les dejo mi paz les doy.
La tercera, aprende a renunciar a sí mismo, que es lo que no nos permite vivir en paz, nuestro egoísmo, nuestra auto defensa, en cambio el hombre de paz, renuncia a sí mismo y le da el lugar a la otra persona, porque trabajar por la paz tiene un costo muy grande, la paz la ha regalado Jesús en la cruz, le costó su vida, dejar la paz al mundo, dejar la paz a su Iglesia.
Así pues, mirando a san Rogelio, aprendemos con él a ser discípulos de Jesús, a conocerlo, a caminar con él y a renunciar a nuestro egoísmo, que Dios los bendiga.