En el marco del Cuarto Domingo de Pascua, también conocido como el Domingo del Buen Pastor, el arzobispo de Monterrey, Mons. Rogelio Cabrera López, dirigió un mensaje a la comunidad católica en el que resaltó tres acontecimientos significativos que marcan este tiempo de gracia: la reciente elección del Papa León XIV, la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la celebración del Día de las Madres.
En su mensaje, el prelado expresó su alegría por la llegada del nuevo pontífice, a quien describió como un pastor “sencillo, valiente, enraizado en la oración y en el discernimiento evangélico”. Subrayó el llamado del Papa León XIV a no temer a la novedad del Espíritu y a cuidar de los más frágiles, como una guía clara para renovar la fe desde el corazón del Evangelio.
En comunión con toda la Iglesia, Mons. Cabrera destacó también la importancia de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, invitando a todos los fieles a orar por los jóvenes que sienten el llamado al sacerdocio y a la vida consagrada, así como por los matrimonios y laicos comprometidos en diversos ámbitos de la sociedad. “La vocación no es un privilegio de unos cuantos, sino un don que se descubre en el silencio del corazón”, afirmó.
El arzobispo aprovechó también la ocasión para rendir homenaje a las madres, a quienes calificó como un “signo hermoso de Dios”. Reconoció su entrega cotidiana como el terreno fértil donde nacen vocaciones y se cultivan historias de fe. Con especial sensibilidad, pidió oraciones por las madres que atraviesan momentos de dolor, recordándoles que “el Buen Pastor está cerca de ellas y nunca las olvida”.
Mons. Cabrera concluyó su mensaje con un llamado a renovar el compromiso bautismal y a seguir caminando con fe como discípulos-misioneros, dispuestos a escuchar y seguir la voz del Buen Pastor.