Misa dominical Parroquia san Gabriel Arcángel
2 de septiembre de 2018
Me da mucho gusto celebrar con ustedes en este quinto aniversario de la comunidad parroquial, aun recuerdo, como estaba esta iglesia antes de iniciar la parroquia y como, gracias a ustedes y a su párroco, ha crecido la comunidad.
Quisiera aplicar la Palabra de Dios que acabamos de oír, a ustedes, tres cosas me llamaron la atención: la primera, que dice el apóstol Santiago, “escuchen dócilmente la palabra del Señor”, la escucha de la Palabra de Dios, pero escucharla dócilmente, con espíritu de obediencia, por eso escuchar tiene que ser lo primero, tal como Dios enseñó a su pueblo, “escucha Israel”, escuchar, parece fácil pero no lo es.
Una razón es porque, todos tenemos muchos ruidos en nuestro corazón que no permiten oír la voz de Dios, escuchen siempre dócilmente la Palabra del Señor, primera cualidad que debe tener su comunidad parroquial.
La segunda: que lo pongan en practica, Jesús, siempre decía, escuchen y pongan en práctica, lo contrario es ser hipócrita, Jesús les decía en el Evangelio, hipócritas, que honran con los labios pero no lo ponente en práctica.
Esta es la hipocresia, aparentar lo que no es, por eso el Señor, además de pedirnos que escuchemos nos llama a ponerlo en práctica, el apóstol pone un ejemplo, consiste en visitar a los huérfanos y a las viudas en su tribulación y en mantenerse incontaminado en este mundo, esa es la cualidad que debe tener su parroquia, nada de hipocresía, nada de religión de apariencia.
Hay que pedirle esa gracia a Dios, que su Palabra no quede en los oídos ni en los labios, por eso la vida de una parroquia se nota también en la realidad. Hay que pedirle mucho a Dios para tener dos cualidades, una comunidad sabia y prudente, que los pueblos vean que ustedes son un pueblo sabio y prudente. Sabio, que saborea las cosas buenas, que le encuentra el sabor a los mandamientos de Dios que los aprecia y los quiere vivir y se goza en las cosas de Dios, sabio pero también prudente, no hace muchos días oímos la parábola de las jóvenes prudentes y necias, las prudentes llevaron aparte más aceite, en cambio las necias no llevaron más aceite, se les agotó, no pensaron más allá.
La prudencia es pensar más allá, nuestra vida no se acaba aquí en la tierra, tenemos que pensar en el cielo, más allá, el hombre y la mujer prudente miran hacia adelante, se preparan para el futuro, porque saben que la espera de Dios puede ser larga, como aquellas jóvenes que les llego la media noche y se quedaron sin aceite.
Esta comunidad esta bajo el cuidado de San Gabriel el arcángel, tiene que ser una comunidad creyente, hoy le vamos a pedir al Señor que podamos vivir esto que él indico, no es casual que nos hayan tocado estas lecturas
Que la parroquia se distinga porque escucha dócilmente la Palabra del Señor, segundo porque ponen en práctica el mandamiento de la caridad y tercero porque es una comunidad sabia y prudente.
Que Dios los bendiga para mantener vivo el evangelio y el entusiasmo espiritual