Toma de posesión Parroquia San Juan Bautista de Lasalle
Viernes 7 de septiembre de 2018
Estimadas hermanas y hermanos que nos acompañan en esta Eucaristía, gracias a los jóvenes que nos alegran con el canto, agradezco la presencia de mis hermanos sacerdotes, también agradezco la obediencia pastoral tanto del padre viejo como de Mons. Neftalí.
Con gusto el padre Miguel Neftalí, acepta la tarea de atender esta parroquia y también el padre Viejo acepta reducir su agenda de trabajo pero nunca su ministerio sacerdotal.
Fíjense como el Señor es providente, la Palabra de Dios que escuchamos, parecen ser escogidas para esta ocasión sin embargo, son las lecturas del día. Dos cosas quiero destacar de la Palabra de Dios que acabamos de oír, la primera, dice el apóstol “espero que siempre me consideren servidor de Cristo y administrador de los misterios”. Que importante es tener una idea correcta de aquel que sirve en la Iglesia, cuál es su tarea principal, por eso dice esto el apóstol, tenemos que entender que la tarea es siempre servir a Cristo, somos servidores de Cristo, es decir, hacemos lo que él nos ha pedido llevar adelante.
No hay otra norma ni ley, no hay otro patrón, solamente Cristo, pero también, dice que somos administradores, es decir que no somos dueños, estamos para servir a todos aquellos que también sirven al Señor y qué es lo que se espera de un administrador, es que sea fiel.
Qué es la fidelidad, es ser alguien de confianza, como cuando alguien tiene quien le administre sus bienes, primera condición es la fidelidad y confianza. Tenemos que ser fieles al Señor, no fallarle, que nos encuentre siempre haciendo lo que él nos ha mandado, esta es la tarea de todo pastor, somos seguidores de Cristo y administradores de los misterios.
Por eso antes de oír la Palabra de Dios, Mons. Miguel hizo su profesión de fe y manifestó su obediencia a la Iglesia. Porque la segunda característica de un servidor es que sea obediente, que haga lo que le pidan, no lo que él quiera hacer sino, lo que le pidan, es así que un administrador de los misterios de Dios tiene que ser digno de confianza y obediente.
El segundo pensamiento lo sugiere el Evangelio, cuál es la novedad que ha traído Jesús al mundo, por qué aquellos que interpretaron la Palabra de Dios del Antiguo Testamento no podían entender lo que Jesús estaba haciendo. Dios ama al hombre y el hombre tiene que amar a Dios, con todo razón, el centro de nuestra fe está en el Evangelio que quiere decir, buena nueva y no porque haya el prurito de lo moderno sino que siempre hay que buscar lo nuevo de Dios, él nos quiere siempre renovados.
Pero siempre sucede que cuando hay un cambio puede haber resistencia, los primeros discípulos sufrían mucho con las propuestas de Jesús. Por eso dice el Señor, los que conocen lo de antes, dicen, el añejo es mejor, no cabe duda que es cierto, pero también hay que ir a lo nuevo, la novedad del Evangelio, Cristo siempre trae algo nuevo.
Jesús explica que el buen discípulo es aquel que sabe sacar de su baúl cosas nuevas y cosas antiguas. El sacerdote está siempre llamado a discernir, qué debe conservar, qué debe renovar, qué es esencial y qué accidental. Tarea que siempre tenemos con respeto a la comunidad porque no tomamos decisiones solos, siempre con la Iglesia.
Un sacerdote que obedece, que es fiel, nunca se equivocará, porque tendrá siempre una luz que irá más allá de él, siempre iluminado por la Iglesia.
Hermanas y hermanos, vamos a pedir primero por el padre viejo, para que el Señor lo acompañe, él seguirá siendo el decano; desde luego pedir por Mons. Miguel hoy es difícil ser pastor, vivimos un cambio muy fuerte en el mundo, necesitamos el apoyo de todos ustedes, para que caminemos según Dios.