Visita pastoral Parroquia Santa María de la Montaña.
Hermanas hermanos:
Nuevamente les agradezco que hayan aceptado venir con nosotros la Eucaristía, en esta breve pero importante visita pastoral. Le agradezco a Dios que me ha permitido aunque se de manera breve y sencilla, estar con ustedes, escuchar los trabajos apostólicos, el esfuerzo de vivir en comunión, ustedes y su párroco; tuvimos la oportunidad de visitar 6 enfermos, ver su dolor pero también su esperanza y alegría.
Hoy la Palabra de Dios nos habla de cosas bien importantes, que nos hacen pensar en nuestra iglesia, la iglesia, que es la esposa de Cristo, como lo enseña la doctrina cristiana, el día que me nombraron obispo me pusieron este anillo, no es un anillo de ornato, me recuerda que la iglesia es mi esposa, así me dijo el obispo que me consagró, “cuida a la iglesia que es tu esposa”, y siempre llevo este anillo que me recuerda esa responsabilidad como lo llevan los esposos, porque el anillo significa fidelidad, confianza, autoridad, propiedad, en el buen sentido de la palabra, ya oímos la historia del profeta Oseas , anunció al pueblo, que Dios es el esposo de Israel, pero también señaló, que esa esposa tan querida por Dios le ha sido infiel, se ha prostituido, se ha ido con otros hombres, pero Dios la perdona y la vuelve a llamar junto a él.
En la historia del profeta Oseas, Dios le pidió que se casara con una mujer prostituta, para que le enseñara al pueblo que es posible amar a una mujer, donde ya no importa el pasado sino el presente, que esa mujer no deberá avergonzarse de lo que vivió y debe ser feliz con su esposo, por eso dice el profeta, “ya no dirá Baal mío sino profeta mío”, Baal era el símbolo de los paganos, pero el Señor le llama a vivir en fidelidad a Dios, que bella comparación, porque nos pone frente a lo más importante, Dios ama sin condiciones, ama siempre y perdona siempre. La fidelidad consiste en perdonar, no es solo que alguien esté siempre con el mismo esposo o la misma esposa, es también perdonarse, seguir adelante, caminar juntos, es así como el Señor le dijo a Israel, de ahora en adelante serás mi esposa, en fidelidad justicia y verdad.
En el evangelio tenemos dos figuras, esa niña de 12 años y esa mujer que sufría hemorragias durante 12 años, son también imagen de la comunidad cristiana, a veces la comunidad parece morir, pero Cristo la resucita, a veces parece que poco a poco se va muriendo por la hemorragia pero el Señor nuevamente la rescata, el numero 12 es siempre símbolo de la Iglesia, la Iglesia fundada sobre los 12 apóstoles, este mensaje es muy oportuno en la visita pastoral, vengo a decirles que su comunidad es la esposa de Cristo, ustedes pertenecen a la comunidad esposa de Cristo, están llamados a no irse con otros dioses, hay otros ídolos en la vida pero el Señor los llama a vivir este amor único de Dios, Cristo es el esposo de la Iglesia, de la iglesia universal, diocesana pero, porque no, también la parroquial, amen mucho a Jesús, pídanle perdón, caminen con él renueven la alianza, para que esa noticia, esa Palabra del Señor se cumpla.
Le dijo a Israel, ya no me dirás Baal mío sino Señor mío, no hay otro marido para la Iglesia que Jesús vamos a refrendar nuestro compromiso con Dios, que se manifiesta primero oyéndolo porque es cuando se escucha que vemos esa manifestación, cuando la relación se lastima lo primero es, que se deja de escuchar.
Pero sabemos que también se puede mantener viviendo la Eucaristía, ustedes saben cuando los esposos ya no se quieren, lo vemos cuando ya no comparten la misma mesa, porque ya no quieren convivir juntos, cuando venimos a la Eucaristía convivimos con Jesús, cada domingo recordamos unas palabras de Cristo en el evangelio de San Juan “mi cuerpo es verdadera comida y verdadera bebida” hay otra manera de mantener viva la relación con Cristo, y es amando a nuestro hermano, al prójimo, Cristo a querido que nos amemos, la parroquia tiene que ser una comunidad oyente, que oye la Palabra, que comulga, y también, fraterna, donde todos hacen lo posible por ser hermanos.
Que Dios bendiga esta parroquia y esta comunidad cristiana y no olviden que la parroquia debe de ser como la esposa de Cristo, ya no me dirán Baal mío sino esposo mío…