arquidiocesis-logotipoarquidiocesis-logotipoarquidiocesis-logotipoarquidiocesis-logotipo
  • Inicio
  • La arquidiócesis
    • Historia
    • Arzobispo
    • Obispos Auxiliares
    • Planeación Pastoral
    • Patrona de Monterrey
    • Causas de Canonización
    • Provincia eclesiástica
    • Obituario
  • Gobierno
    • Curia
    • Gobierno Pastoral
    • Actividad Pastoral
  • Directorio
    • Presbiteros
    • Parroquias
    • Diáconos Permanentes
    • Diáconos transitorios
    • Adoración Perpetua
    • Hospitales con capellanías
    • Nichos Parroquiales
    • Otros
      • Zonas-Decanatos
      • Vida consagrada
      • Prelatura personal
      • Movimientos laicales
      • Centros Asistenciales
      • Casas de retiro
      • Colegios católicos
  • Noticias
    • Todas
    • Arquidiócesis
    • Internacional
    • Nacional
    • Vaticano
    • Artículos
  • Seminario
  • Catedral
    • Historia
    • Áreas
    • Capilla del Sagrario
    • Exterior
    • Interior
    • Altar Mayor
  • Archivo
    • Documentos
    • Nombramientos
  • Descargas
  • Multimedia
  • Tu diezmo

Solo le pertenezco a Jesús, a nadie más

Fiesta patronal parroquia santa Filomena / 27 de mayo del 2018

Estimados hermanas y hermanos, me da mucho gusto celebrar con ustedes esta Eucaristía, en la que coinciden tres cosas muy importantes, muy bonitas. Primero, hoy es la solemnidad de la Santísima Trinidad, hoy glorificamos, como siempre, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

También estamos celebrando la fiesta de santa Filomena. La fecha precisa fue apenas el viernes pasado, veinticinco de mayo.

Y también la parroquia está cumpliendo, el 5 de mayo, sus primeros cinco años de vida pastoral. Todo se une en esta Eucaristía.

Quiero decir solo un pensamiento, que resume todo lo que les quiero decir. Una santa, una mártir, es alguien que ha vivido el misterio de Dios trinitario, ha recibido una gracia especial que el Espíritu Santo les ha infundido dándoles ciencia, sabiduría e inteligencia.

Cuando uno ve la historia de la vida y martirio de santa Filomena, uno se queda maravillado, al mismo tiempo que uno dice qué gran mujer, qué gran jovencita, qué grandes milagros hace Dios con aquellos que le aman.

Conocen más o menos las circunstancias de la vida y el martirio de santa Filomena. Primero, se une a un gran número de jovencitas adolescentes que dieron testimonio de la fe, como fue Inés, como fue santa María Goretti y una lista grandísima de jovencitas, que, llenas del Espíritu Santo, con la gracia de la sabiduría divina, fueron capaces de enfrentarse a un mundo de pecado, a un mundo opuesto a Dios.

Y por esa certeza de la fe, por esa fortaleza del corazón, pudieron dar la vida en medio de circunstancias y realidades totalmente inexplicables. Por eso la imagen de santa Filomena, tanto en esta bonita pintura, como en las imágenes en forma de bulto de santa Filomena, están los signos de su martirio.

Hay una cosa que me llama la atención, que yo digo ¿Por qué Dios las libró de algunas fuerzas, de algunas cosas de martirio y al final de todos modos dieron la vida?

Me acuerdo ahorita de santa Catarina de Alejandría, que primero la quisieron decapitar con aquella rueda de cuchillos que todos se rompieron y no pudieron hacerle daño. Al final la matan con un espadazo y muere. Pero el Señor la libra del primer intento de martirio.

También santa Filomena, pretendieron ahogarla en el río, amarrar un ancla al cuello, para que muriera ahogada y, de modo inexplicable, humanamente, el Señor la libró de ese modo de morir.

También intentaron con los dardos, con las lanzas, matarla y no pudieron. Al final la decapitan. Yo decía, ¿Qué quiere decirles Dios a los verdugos, a los asesinos, de que falla el primer intento?

Yo creo que hay ahí una enseñanza. Dios quería la oblación de su vida, pero también quería decirles a los poderosos, que no tienen total poder sobre la vida humana. Y por eso, hubo muchos intentos de martirizarla, como a santa Catarina, como a santa Inés y muchas otras.

Qué grande es el martirio, y más de una jovencita que da la vida. Porque lleva en el corazón una seguridad, la fe, que Dios la ama y que la respuesta que ella puede darle a Dios, es también: yo te amo, te pertenezco únicamente a ti, a nadie más.

El emperador quería retenerla como su mujer, su familia estaba de acuerdo por miedo o por interés y ella siempre dirá: “a nadie más le pertenezco que a Jesús”

Inexplicable esta certeza en una jovencita de trece años. Pero ese es el don de la fe, ese es el don de la esperanza y el don de la caridad.

Es el misterio trinitario vivido por alguien que cree y que ama, ella estaba segura de que Dios es su Padre, que Dios la creó y que Dios la cuida.

Pero también tenía la certeza, la seguridad y la fe, de que Cristo es el Hermano, es el Esposo de la Iglesia, a quien solo hay que amar. Pero también llevaba en su corazón, la seguridad y la fe, de que el Espíritu Santo le acompañaba.

Eso es la santidad, hermanos y hermanas, vivir el misterio del Dios trinitario, el amor al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, que ellos, como santa Filomena, por gracia de Dios, conocieron y vivieron el misterio de Dios.

Aunque es difícil de comprender, aunque a veces parece imposible adentrarse en Él, los santos, los mártires, lo han comprendido, lo han vivido y ha sido la razón de su vida y de su muerte.

Hermanos y hermanas, admiremos la obra de Dios, pero también admiremos la valentía de estas jovencitas, la valentía de santa Filomena.

Qué gran capacidad tienen los jóvenes de ser testigos de Jesús. Los niños y los jóvenes nos evangelizan, tenemos que darles su lugar, su lugar en la vida de la Iglesia, su lugar en la familia.

La fe del pueblo, la fe de la Iglesia, depende de la fe de los niños y de los adolescentes y de los jóvenes. Todos somos evangelizados por ellos, todos somos movidos a la fe por su testimonio. Cuántos niños nos dan ejemplos de fe, cuántos adolecentes, cuántos jóvenes.

Hay que tener una mirada positiva de los niños y de los jóvenes. Es cierto, se pueden extraviar, es cierto, se pueden equivocar. Pero el Señor tiene siempre un regalo para ellos.

Yo estoy sorprendido de estos meses que estoy haciendo los encuentros con los adolescentes y jóvenes en las zonas de nuestra Arquidiócesis. Cuánta fe, cuánta alegría, cuánto ánimo.

Ayer estuve en san Bernabé, hoy estuve en Contry. Impresionante la fe de los adolescentes y jóvenes. Al llegar a la Iglesia, aquí a santa Filomena, me lo expliqué, Dios siempre tiene un regalo grande para los niños y jóvenes, los llama a la fe, los llama al martirio, a ser testigos del amor de Dios, ella es testigo del amor trinitario, del amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Que Dios cuide a esta comunidad parroquial. En estos cinco años creo yo, ha crecido en la fe y tiene que seguir adelante, que sea siempre una comunidad en misión permanente, donde se ama a Dios, donde se sirve a Dios, donde se alaba a Dios. Que el Señor bendiga su comunidad.

 

Visto por: 2,812
Compartir:

Relacionado

27/11/2022

HOMILÍA – 27 de Noviembre de 2022, 1er. Domingo de Adviento


Ver Más
16/10/2022

Homilia del 16 de Octubre


Ver Más
11/09/2022

HOMILÍA – 11 de Septiembre


Ver Más
© 2022 Arquidiócesis de Monterrey. Terminos y Condiciones.