En el marco de la fiesta litúrgica de la Natividad de la Virgen María, la Iglesia de Monterrey celebró con gran alegría la ordenación diaconal de seis seminaristas en la Basílica de Nuestra Señora del Roble.
Los nuevos diáconos son: Sergio Mendoza González, César Enrique Guerrero Tristán, Ángel Octavio González Váez, Mauro Villegas Barbosa, Luis Carlos Solís Garza y Eric Alonso Rivera Ortiz.
La celebración fue presidida por el arzobispo de Monterrey, Mons. Rogelio Cabrera López, quien en su homilía expresó que este día la Arquidiócesis ofrece a la Virgen María un regalo muy especial: la vida y el servicio de estos seis jóvenes que han dicho sí al Señor.
“La Virgen María no quiere otros regalos sino el de nuestras vidas. Hoy quiero encomendarlos a ustedes, estimados seminaristas, próximos diáconos. Quiero invitarlos a amar mucho a María, nuestra Madre”, señaló el arzobispo.
Mons. Cabrera destacó que la fiesta de la Natividad de la Virgen recuerda que su nacimiento trae esperanza y paz a la humanidad. Subrayó también que la misión de los nuevos diáconos es la del servicio:
“La dalmática no es un vestido de lujo, sino de trabajo. A partir de hoy son sacramento de amor y de servicio, especialmente hacia los más pobres y los que se sienten alejados del amor de Dios”, afirmó.
El arzobispo recordó que la Iglesia tiene tres tesoros que custodiar: la Palabra de Dios, la Eucaristía y los pobres, e invitó a los nuevos ministros a vivir su diaconado con fidelidad, como signo visible del amor de Cristo.
La celebración eucarística reunió a familiares, sacerdotes, seminaristas y fieles laicos, quienes con gozo acompañaron a los nuevos diáconos en este paso decisivo en su camino al sacerdocio.
Mons. Cabrera concluyó encomendando a los seis ordenados a la intercesión de la Virgen María:
“Me atreví a regalarlos a ustedes seis a la Virgen como regalo de cumpleaños. Que Dios nos bendiga”.