Como parte de su camino hacia el Santuario de la Virgen de Guadalupe en la Ciudad de México, la Arquidiócesis de Monterrey llevó a cabo este lunes una peregrinación al Santuario de Cristo Rey de la Paz, en el emblemático Cerro del Cubilete, Silao, Guanajuato.
La jornada estuvo presidida por el Arzobispo de Monterrey, quien, acompañado de sacerdotes y fieles, celebró la Santa Misa en este importante centro de fe católica. En su homilía, el prelado compartió un mensaje centrado en la apertura del corazón y la acogida hacia los demás, recordando las palabras del Papa Francisco sobre la necesidad de mantener una Iglesia de puertas abiertas y un corazón que no excluya.
“El Papa Francisco siempre nos insistió en una Iglesia de puertas abiertas, un corazón que no se cierra, que se abre a la caridad con todos, incluso en situaciones difíciles. No cierres el corazón”, expresó. Retomando las enseñanzas de Moisés, recordó: “No le cierres tu corazón al forastero, al migrante, al que no es parte de tu vida”.
El Arzobispo subrayó que la Iglesia de Monterrey está marcada por la migración y que muchos de sus fieles, en primera, segunda o tercera generación, llegaron a la ciudad buscando un hogar. “No te olvides que tú también fuiste forastero”, enfatizó, invitando a los presentes a vivir con misericordia y comprensión hacia quienes conviven en la comunidad.
Asimismo, exhortó a no endurecer la mente ni aferrarse a las propias ideas, sino a pedir a Dios un corazón y una inteligencia abiertos a su Palabra: “Hay que pedirle a Dios que seamos de inteligencia rápida, que entendamos lo que Él nos dice y que nos abramos a la enseñanza de la Iglesia”.
La peregrinación continuará mañana martes 12 de agosto con la llegada al Santuario del Tepeyac, en la Ciudad de México, como parte de la expresión de fe y devoción mariana de la comunidad católica regiomontana.