En un ambiente de profunda gratitud y memoria, la comunidad católica de Monterrey celebró este 9 de diciembre el 90 aniversario del natalicio de Mons. Juan José Hinojosa Vela, sacerdote recordado por su cercanía humana, espíritu misionero y entrega hacia los más necesitados. La conmemoración incluyó la solemne Eucaristía presidida por Mons. Heriberto Cavazos Pérez, obispo auxiliar de Monterrey, y el posterior traslado de la urna con los restos de Hinojosa Vela a una cripta especialmente designada dentro del Santuario de Fátima, en San Pedro Garza García.
Durante la ceremonia, Mons. Cavazos expresó su alegría por presidir la celebración y extendió un saludo afectuoso a los fieles presentes, así como a Mons. José Eugenio Ramos Delgado, obispo electo de la Arquidiócesis de Monterrey, y al clero asistente. El obispo destacó la “bella coincidencia” de que la fecha del aniversario de nacimiento de Hinojosa Vela se diera en la festividad de San Juan Diego, símbolo de obediencia y fe.
Mons. Cavazos recordó con emoción su relación cercana con el homenajeado, a quien conoció desde sus años de seminarista. “Fue mi padre espiritual y mi hermano sacerdote. Para mí, un verdadero misionero”, expresó. También destacó su calidad humana, su alegría y su característico buen humor, rasgos que —dijo— lo acompañaron siempre junto a su profunda espiritualidad.
Nacido el 9 de diciembre de 1935, Juan José Hinojosa Vela fue ordenado sacerdote en 1965 y falleció en 2015. “Hoy cumple sus 90 años allá en el cielo y aquí entre nosotros”, señaló Mons. Cavazos, subrayando la huella que dejó en generaciones de seminaristas, familias y comunidades rurales y urbanas donde sirvió.
El obispo resaltó el compromiso misionero de Hinojosa Vela, recordando diversas experiencias en zonas indígenas y comunidades vulnerables, donde el sacerdote se esforzaba por llevar no solo alimento espiritual, sino también ayuda material. “Lo que él recibía lo compartía”, remarcó Cavazos, evocando viajes con seminaristas, religiosas y voluntarios hacia regiones como Hidalgo y otras zonas necesitadas.
También evocó su labor en la promoción de grupos bíblicos familiares y su convicción de formar sacerdotes que conocieran de cerca la tierra de Jesús. Mons. Cavazos relató cómo Hinojosa Vela impulsaba a los seminaristas a peregrinar a Tierra Santa para enriquecer su futura predicación.
En su mensaje final, el obispo invitó a honrar la memoria del sacerdote siguiendo su ejemplo de entrega. “Si queremos honrar al padre Juan José Hinojosa, seamos mensajeros de buenas noticias”, dijo, retomando la lectura del profeta Isaías proclamada en la misa, donde por primera vez aparece la palabra “evangelio”.
Con la colocación de su urna en la cripta del Santuario de Fátima, la comunidad reafirmó su reconocimiento a un pastor cuyo legado permanece vivo en las obras, misiones y vidas que tocó a lo largo de cinco décadas de ministerio.
