Quiso ser militar, sin embargo a los 31 años entro en una batalla donde cayó herido de ambas piernas por una bala de cañón. Estuvo a punto de morir y terminó perdiendo una pierna, por lo que quedó cojo para el resto de su vida.
Sigue leyendo y conoce 8 datos que debes saber de San Ignacio de Loyola:
- Nació en el País Vasco y pasó la primera parte de su vida en España, fue bautizado como Iñigo en 1491, en el Castillo de Loyola, España. Era el hermano menor y quedó huérfano siendo educado en la Corte de la nobleza española, donde le instruyeron en los buenos modales y en la fortaleza de espíritu.
- Estuvo a punto de morir por una bala de cañón durante una batalla y cayó herido de ambas piernas. Fue trasladado a Loyola para su curación y soportó valientemente las operaciones y el dolor, terminó perdiendo una pierna, por lo que quedó cojo para el resto de su vida.
- Durante su recuperación leía libros: Vida de Cristo y Vidas de los Santos, deseando imitar las hazañas de los Santos y de estar al servicio de Cristo. Pensaba: “Si esos hombres estaban hechos del mismo barro que yo, también yo puedo hacer lo que ellos hicieron”.
- Tuvo un período de aridez y empezó a escribir sus primeras experiencias espirituales. Éstas le sirvieron para su famoso libro sobre “Ejercicios Espirituales”. Finalmente, salió de esta sequedad espiritual y pasó al profundo goce espiritual, siendo un gran místico. Actualmente su libro de “Ejercicios Espirituales” se sigue utilizando por diferentes agrupaciones religiosas.
- Convirtió a muchos pecadores. Fue encarcelado dos veces por predicar, pero en ambas ocasiones recuperó su libertad. Él consideraba la prisión y el sufrimiento como pruebas que Dios le mandaba para purificarse y santificarse.
- Tiempo después se trasladó a Francia y ahí animo a muchos de sus compañeros universitarios a practicar con mayor fervor la vida cristiana. En esta época, 1534, se unieron a el 6 estudiantes de teología y juntos decidieron hacer el voto de castidad, pobreza y vida apostólica, en una sencilla ceremonia.
- Dos años más tarde, se reunió con sus compañeros que se encontraban en Venecia y se trasladaron a Roma para ofrecer sus servicios al Papa. Decidieron llamar a su asociación la Compañía de Jesús, porque estaban decididos a luchar contra el vicio y el error bajo el estandarte de Cristo.
- El Papa Pablo III les dio la aprobación y les permitió ordenarse sacerdotes. Fueron ordenados en Venecia por el obispo de Arbe el 24 de junio. La Compañía de Jesús tuvo un papel muy importante en contrarrestar los efectos de la Reforma religiosa encabezada por el protestante Martín Lutero y con su esfuerzo y predicación, volvió a ganar muchas almas para la única y verdadera Iglesia de Cristo.
La vida de este Santo nos enseña a desprendernos de las riquezas y las cosas materiales y saber transmitir a los demás el entusiasmo por seguir a Cristo, viviendo en caridad para asistir a quien más lo necesita. San Ignacio murió repentinamente el 31 de julio de 1556, fue beatificado el 27 de julio de 1609 por Pablo V, y canonizado en 1622 por Gregorio XV.
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