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No. 20/2021
Prot. No. 602/2021
10 de Noviembre de 2021

Circular

A TODA LA IGLESIA QUE PEREGRINA EN MONTERREY: ¡PAZ Y BIEN!

El mensaje del Papa Francisco para esta Jornada Mundial de los Pobres 2021 tiene como referencia el Evangelio en San Marcos 14,3-10, según narra el evangelista, una mujer entró con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy valioso y lo derramó sobre la cabeza de Jesús en la casa de Simón el llamado “Leproso”.

El gesto de aquella mujer, al ungir la cabeza del Señor con aquel perfume de alto costo es una expresión de reconocimiento de que Jesús es el Hijo de Dios encarnado en la pobreza y a la vez es un gesto de amor y gratitud. El amor auténtico no calcula, no mide, no repara en gastos, no pone barreras, sino que sabe donar con alegría, busca solamente el bien del otro. El Evangelio nos habla también de un perfume que invade toda la casa.

En nuestra Arquidiócesis celebramos esta 5a Jornada Mundial de los pobres con un sentido de agradecimiento a Dios el Padre de los pobres que no nos abandona y que se hace presente a través de tantas almas generosas.

Vivimos un tiempo de crisis sanitaria por la pandemia del Covid-19, pero a la vez una crisis humanitaria, acentuada sobre todo en los países afectados por conflictos internos, muchas veces por causa de la corrupción o bien por los efectos de desastres naturales, donde tantos hermanos han tenido que dejar sus hogares para buscar mejores oportunidades de vida. Nuestra área metropolitana, en especial la ciudad de Monterrey, se ha convertido en un lugar no solo de paso sino de estancia para muchos migrantes y nuestras casas de atención a migrantes y refugiados han tenido sus puertas abiertas. En estos últimos meses hemos recibido a una cantidad considerable de hermanos haitianos que vienen en búsqueda de oportunidades de trabajo y la comunidad ha dado muestras de caridad. También agradecemos a todas aquellas personas que han hecho llegar diferentes artículos para que su estancia en los albergues sea más llevadera.

Ante esta situación crítica, instituciones como Cáritas de Monterrey, ha tenido que renovarse para crear nuevas estrategias, con el fin de obtener donativos y dispersar la ayuda, de igual modo la Pastoral Juvenil de nuestra Arquidiócesis ha colaborado enormemente con esta institución para llegar a todas aquellas familias necesitadas, cuando por la contingencia sanitaria, pocos se atrevían a salir, nuestros jóvenes impulsados por el Espíritu y con todas las medidas de prevención, hicieron posible la distribución de la ayuda.

Otro proyecto que se ha impulsado en nuestra Arquidiócesis, es la Cocina Comunitaria “Cocinando de Corazón a Corazón” quienes continúan distribuyendo alimentos a las zonas más marginadas de nuestra ciudad, donde se unen los esfuerzos de familias, sacerdotes, laicos, y de todos aquellos empresarios y comerciantes que colaboran con los insumos.

Por otro lado, cabe mencionar la atención a los hermanos en situación de calle, la atención y acompañamiento a tantas familias de las comunidades más marginadas y vulnerables, toda esta atención no se ha detenido a pesar de la pandemia, agradezco especialmente a la vida consagrada, todos los esfuerzos, muchas veces silenciosos y discretos, pero con un gran valor ante los ojos de Dios y muy motivante para todos nosotros.

Otro tema que es muy importante atender, es la necesidad de valorar el rol tan importante que la mujer está desempeñando, cada día es más evidente y nos alegramos con ello, el arribo de mujeres en puestos de gran responsabilidad en nuestra sociedad, el acceso a la educación de una manera más amplia, la lucha por consolidar más sus derechos, así como la presencia valiosa e imprescindible dentro de la iglesia. Por ello en nuestra Arquidiócesis contamos con el Consejo Arquidiocesano de la Mujer, el cual me ha ayudado a discernir sobre las acciones que debemos tomar para atender a este sector. Con alegría y esperanza se llevará a cabo el Encuentro de la Mujer en nuestra Arquidiócesis donde dialogaremos sobre los retos, sueños, dones y aportes de la mujer en la Iglesia.

Ciertamente los temas alrededor de la pobreza son inagotables, por ello con la ayuda de Mons. Juan Carlos Arcq Guzmán, estamos impulsando el proyecto piloto “Unidad Pastoral Topo Chico”, donde participan 10 comunidades parroquiales de la franja del Cerro del Topo Chico, el trabajo inicia con la consolidación de los Consejos Parroquiales, con el apoyo de las metodologías que ofrece CIAS por la Paz (Centro de Investigación de Acción Social Jesuitas por la Paz), junto con la asociación civil Telar A.C., en un trabajo coordinado con el Secretariado de Pastoral Social, y que juntos han propuesto para la reconstrucción del tejido eclesial y social; con ello se pretende mirar con misericordia a nuestras comunidades que sufren por la violencia, las adicciones, la desintegración familiar, los conflictos entre vecinos; a fin de encontrar los mecanismos y herramientas adecuadas para hacer frente a estos problemas desde las parroquias.

Pero también hay que ser conscientes de otras realidades, las que menos se mencionan, aquellas de las comunidades más vulnerables y que están insertadas en una comunidad parroquial donde la marginación de pobreza es muy considerable, en nuestra Arquidiócesis contamos con un modelo de intervención a través del proyecto Integrum, que el Secretariado de Pastoral Social ha desarrollado en una comunidad muy concreta en la Colonia La Isla del municipio de Escobedo, el cual se realiza a través de un proceso para atender a estas zonas que piden nuestra atención pero que también nos exigen valor, paciencia y preparación para ser capaces de llevar a cabo el acompañamiento a estas comunidades.

Finalmente quiero agradecer a todas las personas que se han sumado a la acción caritativa, a todos los voluntarios que han dado su tiempo y esfuerzo para mitigar el dolor y el sufrimiento de tantos hermanos, a todos aquellos, que como el Papa Francisco menciona en su mensaje, han salido a las calles a buscar a los pobres y que con ello nos ayudan a reconocernos todos nosotros pobres, porque solo así lograremos reconocernos y hacernos parte de la vida e instrumentos de salvación.

Que esta V Jornada Mundial de los Pobres sean un motivo para agradecer a Dios la generosidad de todos los que componemos la Arquidiócesis de Monterrey y que nos siga impulsando a salir al encuentro de nuestros hermanos más necesitados, a aquellos que tienen necesidades materiales pero también a aquellos que son pobres espiritualmente.

Encomendamos a la Santísima Virgen del Roble, Patrona de nuestra Arquidiócesis, a todos nosotros pobres, para que nos proteja.

+Rogelio Cabrera López

Arzobispo de Monterrey

Pbro. F. Javier De la Torre Castaño

      Secretario - Canciller